Es conocida la dificultad que los fabricantes de automóviles están teniendo para poner en el mercado coches eléctricos asequibles que puedan ser adquiridos por un gran número de conductores. El segmento de los coches urbanos pequeños requiere un volumen elevado de ventas para ser viable económicamente. Pero con la electrificación, venderlos por un precio bajo se está convirtiendo en un desafío imposible. Por eso, muchas marcas han decidido olvidarse de este mercado dejando el camino abierto a las firmas chinas que están empezando a introducirse en Europa.
El Wuling Hongguang Mini EV es todo un éxito en las ciudades chinas. Más de un millón de unidades vendidas desde su lanzamiento en 2020 demuestran que allí es un producto muy demandado y muy necesario. Pero el Grupo SAIC, al que pertenece esta marca, no se ha quedado ahí en su oferta. Además de la versión descapotable del Mini EV, también comercializa un modelo más pequeño, el Nano EV y, bajo la marca Baojun, el Kiwi EV y el próximo Wep SUV. Todos estos coches son modelos muy compactos que se venden a precios imbatibles: entre 32.800 a 99.900 RMB (al cambio, 4.500 a 13.600 €).
Del mercado chino a la exportación
Si bien todos estos coches eléctricos urbanos, que no están categorizados como cuadriciclos, están destinados al mercado chino, la utilidad del producto, desvelada por su éxito comercial, está empujando su expansión internacional. El año pasado, Wuling presentó el Air EV, diseñado principalmente para otros mercados. En concreto, en el de Indonesia está empezando a convertirse en un éxito de ventas.
Con la base de esa experiencia, SAIC ha empezado a comercializarlo en La India, pero allí lo ha convertido en el MG Comet EV. Como los demás modelos que vende el grupo chino allí bajo esta marca, su nombre alude a un avión de origen británico. El diseño es exactamente el mismo en los dos países, salvo que en la calandra cerrada aparece el anagrama de una marca que La India tiene un significado comercial importante.
De las dos versiones en las que está disponible en Indonesia, La India solo recibirá, por ahora, la de cuatro plazas (2.974 mm x 1.505 mm x 1.640 mm y 2.010 mm de batalla). El modelo de dos plazas (2.599 mm x 1.505 mm x 1.631 mm y 1.625 mm de batalla) se reserva para el mercado chino.
En cuanto a la mecánica, el motor que lo propulsa desarrolla una autonomía de 50 kW (67 CV) en la versión de cuatro plazas y de 30 kW (40 CV) en la de dos. La batería, que en la versión China será de 28,4 kWh puede llegar a ofrecer hasta 300 km de autonomía en el ciclo de homologación local. SAIC fabrica este modelo en La India, donde busca superar el hito del 60% de localización de su producción. Su batería será producida allí por Tata AutoComp.
MG en Europa
El éxito de MG en Europa es indiscutible. En España, su cuota de mercado de febrero entre los coches eléctricos es casi del 30%. Unas cifras que responden a su posicionamiento como marca económica con un producto adaptado a las necesidades de sus compradores. En este escenario, es importante la decisión de SAIC de nombrar sus coches bajo una marca como MG que, en Europa, como en La India, es muy reconocida y abre la puerta a que el comprador se interese por su producto.
¿Podría llegar el MG Comet a comercializarse en Europa? Si se juzga el coche por su aspecto estético, el diseño asiático parece estar lejos de los que demanda el cliente europeo. Sin embargo, hay otras características que pueden acercarlo. La primera su precio. Teniendo en cuenta las necesidades para su exportación y algunos cambios para adaptarlo a las normativas, podría llegar a venderse en una horquilla de precios entre los 12.000 y los 15.000 euros antes de las ayudas.
A cambio, el comprador no recibe un coche vacío sin apenas equipamiento. El MG Comet engaña si solo se mira desde fuera. En su interior, el modelo que en La India se vende por 11.000 €, viene equipado con una pantalla dual de 10,25 pulgadas, conectividad con la aplicación para teléfonos móviles, control por voz, Airplay/Android Auto inalámbrico, aire acondicionado, freno de estacionamiento eléctrico, Auto Hold, cámaras de visión 360°, radar frontal y algunos extras más. Nada que ver con el escueto equipamiento que, por ejemplo, acompaña al Dacia Spring, por el que hay que desembolsar algo más de 20.000 €.