El mercado chino de coches eléctricos -e híbridos y térmicos- es el mayor del mundo, con aproximadamente 30 millones de automóviles vendidos cada año- y, además, se trata de una industria que ha crecido a unos ritmos desmesuradamente rápidos en las últimas décadas.
Sólo teniendo en cuenta estas cuestiones se pueden entender determinados episodios que tienen lugar en la industria automotriz china y que, más bien, parecen sacados de una telenovela.
Onvo, la protagonista de la última polémica en el mercado chino
Hablamos, por poner sólo algunos ejemplos, del directivo que dijo que dimitiría si su marca de coches eléctricos no conseguía superar en ventas al Xiaomi SU7, de la marca que ha denunciado a varios internautas por difundir noticias falsas -como su fusión con BYD-, o del fabricante que ha sido acusado de falsear una comparativa con todo un Mercedes Maybach S.
Y, curiosamente o no, todas estas historias tienen como protagonista al fabricante chino de coches eléctricos Nio y a sus marcas satélites, Onvo y Firefly, que presentó en la segunda mitad de 2024.
Ahora, la que se ha visto envuelta en una ardua polémica es Onvo. Recordemos, una marca de coches eléctricos orientada a las familias y que inicio la comercialización de su único modelo, un SUV eléctrico denominado L60, en octubre; a finales de 2024 había vendido más de 20.000 coches.
¿Ha obligado Onvo a sus empleados, bajo amenaza de despido, a comprar sus coches?
Se trata de un éxito de ventas notable que, ahora, se ha visto enturbiado por la publicación, en el medio chino Ithome y recogidas por Carnewschina, de capturas de chat en las que un concesionario de Onvo en la ciudad de Wenzhou presionaba a sus empleados a que comprasen unidades del L60, y si no lo hacían, supuestamente, podrían ser despedidos.
Según las capturas de pantalla filtradas, Onvo ofrecía a sus empleados la compra sin entregar ninguna entrada, un descuento de 20.000 yuanes -2.650 euros al cambio- y, además, una rebaja extra de 6.000 yuanes -800 euros- si accedían a que su coche fuera utilizado como unidad de prueba para los clientes.
Además, la compañía habría prometido recomprar estos vehículos pasados seis meses y por el 75% del precio original de compra; aunque este compromiso no estaría respaldado por ningún contrato.
El vicepresidente de Onvo: “todo ha sido un error”
Ante el escándalo montado en torno a estas revelaciones, ha tenido que ser el propio vicepresidente de Onvo, Qing Hua, quien haya tenido que salir a matizar esta noticia.
Hua señaló que este problema ha venido dado por el “estilo de comunicación inapropiado” y “demasiado contundente” de un gerente de varios concesionarios de la marca en Wenzhou, quien ya había sido “reprendido” por la compañía.
Este ejecutivo ha señalado que si bien la empresa ofrece ese citado descuento de 2.650 euros a los empleados que compren coches eléctricos de Onvo, la participación en este programa de ventas es “totalmente voluntaria”.
Sea verdad o no esta explicación, lo único cierto es que se ha dado en una marca que ha experimentado un crecimiento de ventas espectacular desde 2020, y que quiere duplicarlas para 2025.