La colaboración entre la industria del automóvil y el gobierno de Reino Unido posibilitará la instalación de una planta de fabricación de baterías en su territorio, para aprovechar un negocio que en 2030 tendrá un valor de 5.500 millones de euros al año (4,8 millones de libras) solo con las necesidades de su propio mercado interno.
La industria del automóvil está actualmente en un momento de cambio radical hacia la electrificación con un crecimiento absoluto de la demanda de coches eléctricos. El gobierno y la industria de Reino Unido, conscientes del escenario que se presenta, están convencidos de que el mercado de las baterías será clave en este futuro por lo que están estudiando la puesta en marcha de una planta de baterías para suministrar a los fabricantes de su mercado y exportarlas a otras fábricas europeas.
El gobierno de Reino Unido ha programado que, en 2030, la mitad de los vehículos nuevos que se vendan en su mercado sean eléctricos. La compañía privada Advanced Propulsion Centre (APC), que aconseja y supervisa las inversiones realizadas por el gobierno y la industria en el sector del automóvil, ha estudiado la capacidad de la industria química del Reino Unido para suministrar los componentes esenciales de las baterías: ánodos, cátodos y electrolitos.
En las conclusiones de su informe asegura haber encontrado una sólida red de empresas, ya establecidas en el Reino Unido, capaces de suministrar los elementos básicos: "El Reino Unido cuenta con algunos de los mayores proveedores de materiales para producir cátodos, ánodos y electrolitos y está bien posicionado para capitalizar esta capacidad". En el informe, APC asegura que al menos tres quintas partes del valor de una batería está en los productos químicos y los materiales que la forman. Muchas de las empresas de Reino Unido en este sector ya están integradas en las cadenas de suministro de baterías de otros fabricantes externos.
El valor del negocio podría alcanzar hasta los 5.500 millones de euros (4.800 millones de libras) cada año, solo para suministrar baterías al mercado de Reino Unido. La exportación a otras plantas de ensamblaje de vehículos en Europa agregaría todavía mayor valor. El director de APC, Ian Constance, destaca que el Reino Unido es el lugar idóneo para generar las oportunidades que se crearían con una colaboración entre los sectores del automóvil y el químico.
A partir de estas conclusiones, APC está intensificando sus esfuerzos asegurando el apoyo del gobierno y la colaboración de los proveedores para desarrollar una cadena de suministro de baterías en el Reino Unido.
En este sentido, ya se está trabajando para levantar una planta de fabricación de celdas de batería en el Reino Unido a través del Faraday Challenge, un programa subvencionado con 284 millones de euros (246 millones de libras) por el gobierno. Su objetivo es desarrollar, en colaboración con la industria, baterías rentables, de alto rendimiento, duraderas, seguras, livianas y reciclables. El programa también incluye el Centro de Industrialización de Baterías que se está estableciendo en Coventry. que abrirá sus puertas en 2020, para el desarrollo de la próxima generación de sistemas de baterías electrodos, diseño de celdas y módulos.
Dave Greenwood, profesor de propulsión avanzada en la Universidad de Warwick apoya las conclusiones del informe de APC: "Existen oportunidades de alto valor para materiales avanzados suministrados a granel y de muy alta calidad", sin embargo la cadena de suministro necesaria para crear un mercado interesante "está dando sus primeros pasos". Además, la próxima generación de baterías, con mayor capacidad energética, más livianas y de menor tamaño, requerirán nuevos materiales, que suponen una oportunidad más para la industria.