Rolls-Royce está a tan solo unas semanas de comenzar las entregas de su primer modelo puramente eléctrico. Se trata de un paso de gigante en lo que se refiere a electrificación de la gama. Aun así, la compañía de automóviles de lujo cree que aún es pronto para lanzar las campanas al vuelo. La cúpula de la compañía quiere evitar que la especulación sea el eje central de este vehículo, por lo que se va a poner el foco en los compradores.
Es importante señalar que, al ser el primer modelo basado en baterías y motor eléctricos, puede tener una alta cotización en el mercado de ocasión. Por este motivo, el CEO Torsten Müller-Ötvös y otros dirigentes ya están en conversaciones con los concesionarios con el objetivo de escoger muy bien quiénes serán los primeros propietarios del Spectre. Veamos, con más grado de detalle, qué es lo que podremos ver en tan solo unas semanas tras la apertura de la cadena de producción de este nuevo buque insignia.
Rolls-Royce busca acabar con la especulación cuando comiencen las entregas del eléctrico Spectre
Del mismo modo que hace Ferrari respecto a aquellos clientes que no son fieles a la compañía, Rolls-Royce creará una lista negra particular para aquellos que revendan su unidad del Spectre en el futuro. Tener tu nombre en esta lista implicará, automáticamente, la prohibición de comprar un Rolls-Royce de nueva factura para siempre, de acuerdo con Car Dealer.
Aun así, hay personas que están deseando recibir sus unidades del Spectre tan solo 2 semanas después de recibirlas. Se trata de Tom Hartley, un vendedor de automóviles de lujo que ya ha acordado una prima de 50.000 libras esterlinas (algo más de 58.000 euros al cambio actual) por cada una de las 2 unidades que ha comprado. Todo parece indicar que estos 2 pedidos serán los últimos que pueda disfrutar de la marca propiedad del grupo BMW.
El Spectre es una berlina de gran lujo que tiene un precio de salida de 330.000 libras esterlinas, es decir, unos 384.000 euros al cierre de edición. La existencia de una prima en el mercado de ocasión podría elevar su cotización en el corto plazo, uniéndose así a la burbuja que está viviéndose en el sector del coche clásico. Tom Hartley, por el contrario, cree que este aumento de valor solo durará un plazo de tiempo, ya que se espera que aparezcan nuevos modelos puramente eléctricos dentro de este selecto sector.
Müller-Ötvös, por el contrario, cree que el 40% de los futuros compradores del Spectre serán nuevos clientes sin experiencia anterior con la marca. El objetivo es fidelizar un público que podría, potencialmente, hacerse con otros modelos de la gama que ofrece actualmente Rolls-Royce.