El periodo de transición que vive el mercado del automóvil en Europa está siendo marcado, en gran medida, por la paulatina adopción del coche eléctrico como principal relevo al de combustión interna, mientras que los híbridos juegan el papel de embrague entre ambas tecnologías. Sin embargo, hay una razón de peso que sigue frenando el buen desempeño comercial de los coches a batería y está siendo el principal motivo por el que los fabricantes procedentes de China están disfrutando en nuestro mercado de un éxito sin precedentes.
No se trata de otro aspecto que el precio. A igualdad de tamaño y prestaciones, un coche eléctrico siempre será más caro de fabricar y de adquirir que un gasolina a causa, principalmente, del coste de su batería, algo en lo que los fabricantes chinos sacan ventaja a los europeos de manera clara.
Felipe Muñoz, el analista tras Car Industry Analysis, se ha basado en datos de Jato Dynamics para, con unas pocas pero conduntentes infografías, reflejar las diferencias de precio medio entre los coches eléctricos chinos y el resto de nacionalidades disponibles en Europa.
El dato más contundente, tal vez, es la diferencia de precio medio entre todos los eléctricos chinos comparados con el resto: teniendo en cuenta el precio medio de venta al público de todos los coches comercializados durante la primera mitad de este 2023, un coche eléctrico chino cuesta en Europa 48.581 euros. Se trata de un coste alto, pero muy inferior a los 67.607 euros que de media cuesta los coches eléctricos fabricados en Europa, Japón, Corea o Estados Unidos.
Profundizando en cada segmento, la tesitura queda a la vista de manera más evidente al comparar el precio medio de cada modelo chino con sus rivales europeos más directos. El segmento de las berlinas ha sido tradicionalmente en Europa uno de los más exitosos. Actualmente, modelos como el Volkswagen ID.3 o el Renault Megane tienen un precio medio ligeramente superior a los 45.000 euros. Un coste que queda, casi, fuera de contexto si se compara con los poco más de 35.000 euros que cuesta el MG4 en nuestro mercado, lo que explica por sí solo el éxito que está teniendo el modelo chino aquí.
Otro segmento del que Muñoz se hace eco es el de los B-SUV eléctricos. Modelos como el Smart #1 o el Peugeot e-2008 resultan muy atractivos al público, pero sus 44.430 euros y 41.579 euros de precio, respectivamente, los alejan de la mayoría de bolsillos europeos. El MG ZS chino, en cambio, rebaja su coste hasta los 37.598 euros.
Por todo lo anterior, no es de extrañar que las ventas de los vehículos fabricados en China sean cada vez más relevantes. Es más, en muchos casos los modelos chinos ya superan las matriculaciones de sus rivales coreanos o europeos, como el mencionado MG4 frente a los ID.3 y Megane.