Sin que el coche eléctrico esté cosechando las cifras que todos esperaban, es necesario dar a los conductores alternativas reales que les permita adentrarse en la electrificación de forma segura y confiada hasta que esta tome el control del mercado por su propio peso. En 2023, el Parlamento Europeo aprobó una ley que impedirá, a partir de 2035, vender cualquier tipo de coche con motor de gasolina, salvo unas pocas excepciones. Esa norma implica también a los híbridos enchufables dado que estos equipan un motor térmico como soporte. Ahora, por primera vez, la Unión Europea se abre a la posibilidad de mantenerlos con vida a partir de dicha fecha.
Está claro que los planes eléctricos europeos van con mucho retraso. La cuota de mercado del espacio comunitario apenas llega al 13% y sólo restan 10 años para la entrada en vigor de la norma de movilidad más restrictiva jamás aprobada por el parlamento. En un documento publicado por la Comisión Europea confirma que se abre una nueva vía. Los comisionados quieren "examinar posibles flexibilidades para garantizar que nuestra industria siga siendo competitiva sin reducir la ambición general de los objetivos de 2025". Tal y como ha podido saber el periodico alemán Der Spiegel, citando a fuentes relacionadas con los círculos negociadores, Europa podría mantener con vida los híbridos enchufables más allá del 2035.
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Preocupa la competitividad de la industria europea frente a las amenazas chinas
En el mismo informe público que hemos mencionado, la Comisión incluye de forma clara la introducción de los combustibles electrónicos en la fórmula de neutralidad de emisiones: "alcanzar el objetivo de neutralidad climática para los automóviles en 2035 requerirá un enfoque tecnológicamente neutral, en el que los combustibles electrónicos desempeñarán un papel mediante una modificación específica del reglamento como parte de la revisión prevista". Es decir, es muy probable que los coches eléctricos convivan con los de combustión alimentados por carburantes de cero emisiones. Actualmente, son pocos los proyectos en marcha al respecto, aunque queda un largo camino por recorrer.
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, se reunió la semana pasada con diferentes representantes del sector europeo. Mercedes es una de las compañías que más presiona a favor de los híbridos enchufables y los extensores de autonomía. Mercedes está comprometida con la descarbonización y no quiere “volver al pasado”. “La regulación debe estar abierta permanentemente a la tecnología, de tal manera que permita seguir permitiendo la autorización de productos respetuosos con el clima, como los híbridos enchufables y los extensores de autonomía”. Bien es cierto que Europa sólo se ha pronunciado sobre una revisión y no sobre un cambio definitivo, pero cada vez son más los rumores sobre posibles cambios en la norma de 2035.
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Cada vez son más las marcas chinas que deciden emprender la aventura europea. Los fabricantes europeos no pueden igualar el ritmo de trabajo ni los costes de producción. Sin embargo, Europa cuenta con una gran ventaja tecnológica en lo que a motores de combustión se refiere. El uso de carburantes electrónicos, así como sistemas electrificados combinados de alta eficiencia les permitirá mantener la competitividad frente a productos venidos de China. Los posibles escenarios que se debaten en Bruselas van desde aplazar las penalizaciones por CO2 hasta compensarlas con una futura rebaja de los valores límite o incluso suavizar la prohibición prevista de los motores de combustión con la nueva matriculación de híbridos enchufables a partir de 2035.