Volkswagen necesita tomar medidas y decisiones que corrijan la situación actual. Si bien la compañía se sitúa como el tercer mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, tras Tesla y BYD, las ventas no están siendo tan satisfactorias como todo el mundo esperaba. El problema no es tanto con el volumen como con la rentabilidad. Los alemanes no ganan lo suficiente por cada coche que venden y eso está suponiendo un verdadero lastre para reinvertir el dinero en nuevas tecnologías. Los costes de producción están por las nubes y necesitan reducir la factura. La plataforma SSP permitirá abaratar los coches, aunque todavía tardaremos en verla asociada a Volkswagen.
Como ya es habitual en el segundo mayor conglomerado automovilístico del mundo, todas las marcas del Grupo Volkswagen comparten desarrollos, tecnologías, mecánicas y plataformas. Sólo en contadas ocasiones los sistemas se vuelven individuales, siendo Porsche la compañía más exclusiva para tales cuestiones. Los de Stuttgart tienen un peso muy concreto y específico dentro del organigrama de la compañía. Son ellos los encargados de desarrollar partes mecánicas que luego se usarán en vehículos más mundanos. Ya en 2021 la cúpula de la compañía detalló los planes concretos para sus plataformas.
Porsche será la primera en usar la plataforma SSP
La arquitectura MQB ha sido, y sigue siendo, la columna vertebral sobre la que se apoyan decenas de millones de coches en todo el mundo. Una estructura pensada y desarrollada para coches de combustión que hoy ha sufrido una evolución para así poder adaptarse a soluciones eléctricas intermedias. Su versión eléctrica ha sido bautizada como plataforma MEB. El Volkswagen ID.3 fue el primero en usarla allá por el año 2020 y hoy muchos modelos del grupo germano la emplean, desde Audi a Skoda, pasando por CUPRA y Volkswagen. La más reciente incorporación a la familia ha sido la plataforma PPE (Premium Platform Electric).
Como su propio nombre indica, sólo las marcas premium de la familia dispondrán de ella. El Porsche Macan ha sido el primero en recibirla y tras él el Audi Q6 e-tron, su hermano mellizo de Ingolstadt. Volkswagen no hará gala de ella, aunque puede que haya sorpresas en un futuro. Dependerá de la salud comercial de la flota eléctrica. De forma paralela, desde 2021, el Grupo está trabajando en el desarrollo de una plataforma única denominada oficialmente como SSP (Scalable Systems Platform). Una única estructura que alimentará a todos los nuevos vehículos, más de 40 millones de coches en todo el mundo. Thomas Schäfer, CEO de Volkswagen, ha confirmado que ellos empezarán a usarla en 2028.
Una vez más, será Porsche la primera en disfrutarla. El hermano mayor del Cayenne será el primer modelo del conglomerado en utilizarla. Volkswagen confiaba tenerla antes, en 2026, pero los continuos retrasos y la ralentización del mercado eléctrico han desbaratado los planes iniciales. El máximo responsable de la marca no ha querido detallar cuál será el primer modelo en usarla, aunque todo apunta al Golf. Tampoco ha despejado dudas sobre si esa primera unidad recibirá un nombre nuevo o aprovechará alguna de las denominaciones actuales. Todavía queda mucho tiempo. Se espera que las primeras mulas de pruebas salgan a rodar a finales de 2026, por lo que queda mucho tiempo para descubrir su formato.