Wärtsilä es una marca de referencia mundial en el territorio de la tecnología marítima. Tanto es así que, de mano de la propia autoridad portuaria de Rotterdam, ha recibido recientemente un montante total de 25 millones de euros de fondos de la Unión Europea para llevar a cabo un proyecto de lo más ambicioso.
Se ha apodado como MAGPIE, siglas que hacen referencia a lo ecológico e inteligente de este proyecto. Y este no es otro que llevar a cabo el desarrollo de una barcaza transportadora de contenedores, cero emisiones y con total autonomía propia. El objetivo de los puertos de carga inmersos en el plan, es que todas las operaciones que se deben llevar a cabo diariamente, sean completamente ecológicas en el año 2050, así como portadoras de una fuerte apuesta por la digitalización y la automatización de todos los procesos.
MAGPIE se llevará a cabo conjuntamente entre el puerto de Rotterdam, la alemana DeltaPort, HAROPA desde Francia y Sines por Portugal. Además de esto, más de 30 empresas de Holanda, Alemania, Francia, Portugal y Dinamarca se pondrán manos a la obra para que este proyecto llegue a buen puerto.
El gran motivo para llevar adelante el desarrollo de este tecnológico buque no es otro que el de poder aliviar el cuello de botella en el que se encuentran algunos de los puertos más importantes de Europa en cuando al transporte de contenedores. Una vez se complete el MAGPIE, sería capaz de hacer dichos transportes sin la necesidad de personas que velen por la realización del mismo.
La empresa Wärtsilä ya ha confirmado que este navío equipará una de sus últimas innovaciones en el campo de la combinación entre tecnología de sensores de captación de estímulos externos, y un sistema de navegación con el que sus barcos se moverían de forma coordinada y segura. Su nombre: SmartMove Suite.
La idea principal de esta empresa es contar en los próximos años con una red de embarcaciones autónomas con las que apenas exista demora entre completar su carga y llevar a cabo el transporte. En estos puertos, dado el cuello de botella existente, muchos traslados se llevan a cabo por carretera para aliviar la presión marítima, lo que supone un mayor trasiego de grandes camiones y el propio aumento de la contaminación. Este proyecto vendría a paliar notablemente todos estos efectos.
Esta embarcación se movería gracias a un tren motriz eléctrico, aunque la mayor novedad tecnológica en este sentido vendría firmada por unas baterías intercambiables, las cuales se acoplarían al casco del buque previamente cargadas con energía 100% renovable. Estos contenedores de baterías son conocidos como ZESPacks (Zero Emission Services). Por muy futurista, imposible o loca que veamos esta ingeniosa idea, lo cierto es que esta empresa ya tendría listo sus propios prototipos, los cuales se pondrían en funcionamiento este mismo verano.
No debería pasar mucho tiempo hasta que tengamos más noticias de este prometedor proyecto, y es de esperar que otros puertos de suma importancia mundial se añadan a la adquisición de estos barcos autónomos, ya que esto aliviaría sustancialmente las emisiones nocivas, así como reduciría los gastos en materia económica.