Tener coches con bajas emisiones se ha convertido en una necesidad imperiosa para los fabricantes que venden coches en Europa. Por esa razón, Mazda está trabajando para sustituir el actual Mazda 2 por un coche híbrido (HEV) con menores emisiones, un coche que estará estrechamente relacionado con el Toyota Yaris.
La colaboración a nivel técnico entre Mazda y Toyota viene de atrás, con planes que incluyen el desarrollo conjunto de futuros vehículos completamente eléctricos. Ahora hemos podido saber que ambas compañías están preparando un coche urbano híbrido, unos planes que lejos de ser un secreto a voces, ya han sido anunciados oficialmente.
En la última presentación de sus resultados financieros trimestrales, Mazda habló sobre las sinergias que llevará a cabo con otros fabricantes para ampliar su gama sin disparar los costes. En este contexto, esos planes incluyen lanzar dentro de los próximos dos años un modelo basado en el Yaris Electric Hybrid que será «suministrado por el fabricante», es decir, por la propia Toyota.
Con tales declaraciones, podemos deducir que Toyota construirá el coche para Mazda, de manera análoga a lo que ya sucede con el Suzuki Across híbrido enchufable (gemelo del Toyota RAV4). Cabe suponer que habrá diferencias estéticas menores entre los modelos de ambas marcas, con logos diferentes en cada marca, lógicamente, pero con muy estrechas similitudes tanto en el exterior como en el habitáculo.
Aunque aún no está confirmado, lo más probable es que el sustituto híbrido del Mazda 2 se fabrique en Onnaing, al norte de Francia, junto al Toyota Yaris. Tener un modelo pequeño de gran volumen con una mecánica híbrida ayudará a Mazda a cumplir su objetivo de emisiones de CO2 en Europa. También ayudaría a Toyota, pues ambas compañías han formado un grupo para compartir sus objetivos de emisiones (los llamados "pool" de emisiones).
El actual Mazda 2, lanzado en el año 2014, se comercializa con una mecánica 1.5 de gasolina Skyactiv-G con 90 CV y microhibridación de 48 voltios, un sistema que no resulta suficiente para reducir el consumo y las emisiones hasta los niveles deseados. Y para muestra, un botón: mientras que un Toyota Yaris híbrido (con 116 caballos de potencia) homologa unas emisiones de CO2 de 87 g/km, un Mazda 2 Skyactiv-G 1.5 de 90 caballos homologa 120 g/km de CO2, un 38 % más.