Cuando las cosas no quieren salir bien, no salen bien por mucho que te empeñes. Toyota ha tardado mucho en dar el salto a la movilidad eléctrica, pero las credenciales prometen. Tras crear una nueva marca, Beyond Zero, el primero de los eléctricos de la casa ya ha llegado al mercado, o casi. El Toyota bZ4X debería aterrizar en los concesionarios en apenas unos meses, pero eso no ha sido impedimento para que sufra la primera llamada a revisión de su vida.
Aunque en España las entregas están programadas para la vuelta del verano, en otros países ya han dado comienzo. El anuncio de Toyota afecta a todas las unidades a nivel mundial, por lo que todas las unidades que ya estaban circulando deberán pasar por el taller oficial para corregir el problema detectado durante unas pruebas de seguridad. ¿Qué problema es ese? Pues que la rueda puede salirse del eje por un fallo en los pernos de anclaje.
Se trata de un gran problema de seguridad. El aviso emitido por Toyota es el siguiente: «El perno de la llanta puede aflojarse debido a giros bruscos repetidos o frenazos repentinos. Por lo tanto, si se mantiene esa conducción se generará un ruido anormal en la rueda que, en el peor de los casos, puede llegar a desprenderse del propio eje». Vamos, que si se conduce de forma agresiva, los tornillos de fijación de la llanta al eje pueden aflojarse y salir la rueda disparada mientras se conduce.
Los japoneses no han puesto medias tintas ante el riesgo y han aconsejado a todos los propietarios a dejar de usar el coche hasta que no acudan al taller oficial. Como ya hemos dicho, se trata de una llamada a revisión global. Se estima que hay unos 2.700 Toyota bZ4X circulando actualmente en el mundo. La mayoría de ellos se encuentran en Europa, unos 2.200. El resto quedan repartidos entre América del Norte, Japón y Asia. Por el momento se desconoce si su hermano gemelo, el Subaru Solterra, también está afectado por el problema de seguridad.
La verdad es que el problema puede traer duras consecuencias de imagen a Toyota. Una marca reconocida por la fiabilidad de sus productos que rara vez se ha tenido que enfrentar a problemas semejantes, y mucho menos con un producto que aspira a convertirse en un generador de cambio en la marca. Está claro que el Toyota bZ4X no ha nacido en la mejor de las circunstancias, pero nadie duda que conseguirá atraer a un buen número de clientes.
Además del consejo de no conducir el coche, Toyota no ha informado sobre el procedimiento a seguir para solucionar el problema. Se espera que en los próximos días todos los clientes sean notificados con los pasos a dar. La prioridad es máxima pues muchos coches están pendientes de llegar. Un retraso más podría provocar daños severos al volumen de ventas y a la imagen del propio coche. Se desconoce si las operaciones para solucionar el problema son más o menos complejas. Pronto lo sabremos.