El pasado mes de abril, la compañía alemana Wiesmann "renacía" tras sus últimos escollos económicos sufridos en los últimos años, y lo hacía como una marca 100% eléctrica. El primer modelo en llegar ha sido el denominado Project Thunderbolt, el cual se presenta como el primer descapotable eléctrico de lujo del mundo. Ahora, la exclusiva marca ha abierto los pedidos para poder hacerse con uno de estos vehículos.
Wiesmann echó el cierre en 2014 después de años de agonía. En 2016 fue adquirida por Roheen Berry, su actual propietario e incentivador del movimiento eléctrico dentro de la marca. Hasta la llegada del empresario inglés, los modelos vendidos por Wiesmann hacían uso de los motores V8 de origen BMW.
Ahora, la exclusiva compañía alemana ha abierto el libro de pedidos para todos aquellos interesados en hacerse con uno de estos vehículos de lujo. Las reservas quedaron abiertas el pasado 26 de septiembre a través de su página web oficial. Para poder contar con uno de estos superdeportivos eléctricos será necesario realizar un pago inicial de 3.000 euros, el cual podrá ser totalmente reembolsable hasta la realización del pedido final y su posterior configuración personal.
Aunque llevar a cabo la reserva del modelo bajo 3.000 euros de pago anticipado puede resultar un coste elevado, lo cierto es que este es un vehículo de alto nivel y muy exclusivo. Su precio de venta al público comienza en los 300.000 euros. A través de dicho montante económico se adquiere uno de los vehículos eléctricos mejor dotados del mercado, el cual tiene un peso total de apenas 1.700 kilos para una potencia de 671 CV y 1.100 Nm de par máximo. Esto hace que el modelo pueda catapultarse de 0 a 100 km/h en apenas 2,9 segundos.
Gracias a su equilibrado peso y a sus buenas prestaciones, el Wiesmann Project Thunderball presenta una agilidad y una dinámica elevada sobre cualquier tipo de trazado. Dicho peso está distribuido en una proporción entre ejes de 48:52 (eje delantero y eje trasero). Cuenta con una arquitectura de 800 voltios, lo que le permite realizar cargas en corriente continua de hasta 300 kW y conseguir una autonomía homologada de 500 kilómetros.
Roheen Berry, CEO de Wiesmann, admite estar realmente entusiasmado con el proyecto debido particularmente a la buena respuesta de sus interesados. "Desde su presentación en abril, hemos visto una respuesta abrumadora de los clientes potenciales", afirmó. "Wiesmann no solo tiene un pasado y un legado maravilloso y lleno de historia, sino también un futuro brillante y emocionante por delante", culminó el directivo en su presentación de apertura de pedidos.
La producción del Wiesmann Project Thunderball se llevará a cabo en la planta de la compañía, la cual está ubicada en Dülmen, Alemania. A pesar de haber comenzado con las reservas del modelo, las primeras unidades no llegarán a manos de sus propietarios hasta, al menos, la primera mitad del año 2024.