Sabemos que Apple está tramando algo en torno a la industria de la automoción, si bien el coche eléctrico autónomo que anunciaron a bombo y platillo se está haciendo de rogar, una nueva patente, esta vez en torno a un parabrisas inteligente, deja claro que la empresa de origen americano tiene un buen elenco de trabajadores ocupados diseñando soluciones para la industria del automóvil.
Hace tan sólo unos días nos hicimos eco de otra patente del Apple, esta vez ligada directamente a los coches eléctricos, ya que con el registro en la oficina de marcas y patentes americana la empresa se aseguraba la autoría de un nuevo tipo de poste cargador para coches eléctricos.
Ahora el nombre Apple vuelve a ser protagonista con la oficina de patentes por medio y una filtración que, bajo su nombre, se ha producido. Todo gira en torno a un novedoso parabrisas que por sí mismo es capaz de detectar cualquier tipo de fisura o grieta que se produzca en su fisionomía.
Detectar fisuras es posible gracias a una luna térmica a la que han conseguido instalar receptores en las capas conductoras de calor.
En teoría (lo decimos en condicional porque tan sólo se trata de una patente esquemática) el sistema sería capaz de detectar anomalías en la superficie en cristales que consten de terminales conductores de calor como las usadas en lunas térmicas. Estas lunas normalmente hacen uso de capas o láminas conductoras a las que Apple ha sabido adaptar receptores que abarcan cierta superficie del cristal para analizarla.
Complementan la patente describiendo lo siguiente: "Con estos receptores, los circuitos ejercen un control sobre la superficie aplicando corrientes de calentamiento óhmicas localizadas y pueden realizar mediciones de resistencia en las capas conductoras para detectar grietas".
No contentos con ello, y certificando que se aplicará en un coche eléctrico autónomo, el fabricante americano también aclara justo a los esquemas de la patente que, en combinación con inteligencia artificial, si el coche detecta una fisura que ha de ser reparada, él mismo puede concertar una cita con el centro de servicio en horas en los que el usuario no necesita hacer uso del coche. Una vez concertada la cita y llegue el momento de acudir, éste se desplazará de manera autónoma hasta el centro de servicio para que se proceda a la sustitución de la luna y luego volver de vuelta a su lugar habitual de aparcamiento.
Si bien es cierto que para que este idea se vuelva realidad aún queda mucho, que cada vez surjan más patentes bajo el nombre de Apple con aplicaciones en la industria del automóvil no hace más que apuntar a un futuro coche eléctrico y autónomo de la firma de la manzana.
