La empresa Volocopter, dedicada al desarrollo de multicópteros eléctricos de despegue vertical para el transporte de personas y mercancías, ha anunciado que ha añadido a sus taxis aéreos futuristas una versión de ala fija diseñada para transportar a largas distancias a un número mayor de pasajeros. El VoloConnect está diseñado para complementar a los taxis eléctricos voladores (VoloCity) de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) construidos para viajar por centros urbanos concurridos.
Volocopter es una empresa alemana creada en 2013, que cuenta con el apoyo del Grupo Daimler. En 2017 invirtió en ella 25 millones de euros para mejorar su tecnología y acelerar el desarrollo de los primeros prototipos eVTOL. La empresa ha recaudado más de 85 millones de euros de sus inversores principales, Daimler, Geely e Intel, que ha utilizado para llevar ese primer avión eléctrico a producción y crear su servicio de taxis aéreos urbanos.
Este primer modelo, el VoloCity, está diseñado para transportar, de manera autónoma, a dos personas entre las estaciones conocidas como VoloPorts espaciadas alrededor de 30 kilómetros. La compañía también ha diseñado un dron de carga pesada para transportar hasta 200 kilogramos, e incluso ha adaptado la tecnología para construir un dron de fumigación de cultivos para John Deere.
El nuevo VoloConnect se aparta bastante del diseño de los aviones anteriores, sobre todo por el sistema híbrido de "elevación y empuje" que utiliza para desplazarse. Mientras los primeros funcionan básicamente como drones gigantes, el VoloConnect emplea rotores horizontales para elevarse en el aire y ajustar su altitud. Para el vuelo horizontal, el tren de aterrizaje retráctil se recoge y un par de ventiladores se activan para propulsar el aparato.
El VoloConnect es capaz de transportar de manera autónoma a cuatro pasajeros a distancias de hasta 100 kilómetros.
El VoloConnect dispone de cuatro plazas, y es capaz de recorrer hasta 100 kilómetros con cada carga de sus baterías a una velocidad máxima de crucero de 250 km/h. La compañía asegura que durante aproximadamente dos años se han probado varios prototipos a escala y está "progresando rápidamente" hacia las pruebas de las versiones a gran escala.
El diseño de la propulsión es un poco diferente a lo que han mostrado otras empresas que usan mecanismos de inclinación de los rotores para cambiar entre los modos de vuelo vertical y horizontal como es el caso de como Joby Aviation y Lilium. En este caso el principio físico que sustenta la tecnología se conoce como empuje vectorial y promete un mayor rendimiento. Utiliza rotores separados para la elevación vertical y para el impulso horizontal. Sin embargo, su desventaja serán las dificultades para logar las certificaciones de vuelo necesarias, tal y como explica Mike Hirschberg, director ejecutivo de Vertical Flight Society. "Su mayor complejidad implica un rendimiento más alto lo que también se traduce en una mayor rentabilidad". La compañía espera lograr la certificación de VoloConnect dentro de cinco años.