Días ajetreados en términos mediáticos para la firma japonesa Yamaha, ya que volvemos a hablar un día más de ella tras saber del lanzamiento de su nuevo scooter eléctrico, la Yamaha e-Vino, un scooter de corte urbano y apariencia retro que busca hacerse hueco en el mercado japonés antes de que la Vespa Elettrica llega a su mercado local.
Ayer mismo hablábamos sobre la posibilidad de que una Yamaha T-MAX híbrida esté bajo desarrollo en los cuarteles generales de Yamaha, tras la filtración a través de la oficina de patentes japonesa de un esquema híbrido aplicado a uno de sus scooters, lo que apunta a que, probablemente, en los próximos años veamos al scooter más famoso de Yamaha como un scooter deportivo, sí, pero híbrido.
Hoy el protagonista es otro, la e-Vino, que al igual que la Peugeot E-Ludix, toma la base de la versión térmica para dar lugar a un scooter eléctrico que enfocada a un uso eminentemente urbano. Fue en 2018 cuando Yamaha dio las primeras pistas sobre la electrificación de la Yamaha Vino, y han tardado dos años en confirmar que finalmente llegará a las calles, aunque de momento su actividad comercial se limitará únicamente a su mercado local, al japonés.
Las especificaciones que trae consigo la Yamaha e-Vino podrían catalogarse en un principio como comedidas, pero no hemos de ignorar que se trata de un scooter que no ha sido concebido como un scooter eléctrico desde el principio, por lo que las limitaciones a la hora de electrificar la Yamaha Vino se traducen en unas prestaciones menores, sí, pero también en un precio que tratándose de una Yamaha eléctrica podemos considerar como asequible, ya que para el mercado japonés se plantea un precio de 259.600 yenes, que convertido a euros supone tan sólo poco más de 2.100 euros.
La Yamaha e-Vino eléctrica.
A cambio de tal tarifa, tendremos un scooter eléctrico con el que podremos recorrer hasta 29 kilómetros en su versión de una sola batería, de 500 Wh, que se podrían ver aumentados hasta 58 si optamos a equipar la doble batería, de 1000 Wh de capacidad. A cambio de tan exigua autonomía, la Yamaha e-Vino necesitará de tan sólo 3 horas para tener su batería extraíble cargada al cien por cien, por lo que para muchos usuarios será posible gozar de totalidad de la carga al iniciar los trayectos diarios en la mayoría de ocasiones, ya que se podrá cargar mientras trabajamos o durante la noche al cien por cien.
La velocidad máxima de la Yamaha e-Vino será de 45 kilómetros por hora gracias a su motor eléctrico de 1,2 kW, por lo que estamos hablando de un scooter eléctrico que entraría dentro del segmento de los ciclomotores.
Como apuntan desde Ride Apart, existen posibilidades reales de que la e-Vino llegue a Europa, ya que Yamaha solicitó en 2018 a la oficina de patentes europea el registro del diseño de su e-Vino, por lo que no deberíamos desctartar su llegada al viejo continente.