El fabricante de baterías alemán Akasol ha firmado un acuerdo marco con un fabricante de camiones y autobuses eléctricos sueco ampliando la cooperación existente de forma significativa con el suministro de las baterías de alto rendimiento de la siguiente generación para sus vehículos. No se ha desvelado ni el nombre del fabricante, ni el volumen del pedido acordado, aunque estará por encima de los 1.000 millones de euros.
A partir de 2020, Akasol lanzará la segunda generación de sus baterías de litio con un aumento en la capacidad energética de un 30%. El desarrollo de estas nuevas baterías ha contado con la colaboración de Daimler, uno de sus principales clientes, manteniendo el peso y el espacio que ocupan, actuando sobre la química, el sistema de gestión y la arquitectura mecánica.
Estas baterías de segunda generación logran incrementar el alcance de los vehículos sin incrementar su peso y sin variar el espacio disponible para ellas. Al igual que las de primera generación, son compatibles con la carga rápida, imprescindible para poder recuperar rápidamente su capacidad. Además cuentan con un sistema de refrigeración por líquido que garantiza su fiabilidad y durabilidad.
Las baterías de iones de litio de segunda generación se fabricarán en Langen a partir de 2020.
"Con la mejora continua de nuestros sistemas de baterías, estamos ampliando gradualmente las posibles aplicaciones de los autobuses eléctricos y vehículos comerciales", ha declarado Sven Schulz, director general de AKASOL. Ya comienza a existir una oferta de camiones eléctricos de corto y medio alcance, que se unen a los autobuses eléctricos urbanos, hasta ahora la principal aplicación de sus baterías.
Según se indica en la nota de prensa que anuncia esta colaboración, a finales de 2020 la empresa alemana suministrará baterías de iones de litio de segunda generación desde su fábrica en Langen, cercana a su sede central de Darmstadt en el estado de Hesse. Esta planta tiene una capacidad de producción anual de hasta 300 MWh, y será ampliada hasta los 800 MWh en 2020. Actualmente tiene capacidad para suministrar, al año, baterías para 1.500 autobuses eléctricos o 3.000 vehículos comerciales de tamaño medio. A partir de 2023, las baterías procederán también de su segunda planta, ubicada en Estados Unidos, que tiene previsto iniciar los trabajos de construcción a finales de este año y será capaz de alcanzar una producción de 300 MWh al año.
Solo con este contrato el cliente, "logrará una reducción en las emisiones de CO2 de un 50%, lo que representa alrededor de 300.000 toneladas teniendo en cuenta el mix energético actual en Suecia", ha explicado Schulz.
Akasol afirma que el volumen de pedidos de este cliente es compatible con el crecimiento planificado de su producción. Por esta razón, hemos adelantado parcialmente las inversiones previstas para el aumento de las capacidades de organización, infraestructura y producción a fin de lograr una expansión sostenible y la aceleración de la producción en serie en la planta de producción de Langen, cerca de Frankfurt.
La segunda generación de baterías de Akasol aumenta su capacidad energética en un 30%.
La expansión de la cooperación confirma la satisfacción del cliente con la primera generación del sistema de baterías de alto rendimiento AKASystem", ha dicho Carsten Bovenschen, director financiero de AKASOL. Sus clientes actuales incluyen a Daimler, Alstom, Bombardier y Rolls-Royce Power Systems entre otros.
El misterioso cliente de Akasol
En la nota de prensa oficial no se menciona el fabricante sueco con el que Akasol ha prorrogado su contrato. En ella sí se indica que se trata de una empresa con la que ya ha trabajado, por lo que lo más probable es que sea Volvo el "misterioso" cliente al que se refiere. La otra posibilidad sería que se tratase de Scania, que también tiene su sede en Suecia, aunque por ahora no tiene compromisos previos con Akasol.
