El tiempo de recarga es un aspecto importante a la hora de decantarse por un coche eléctrico, especialmente si vamos a hacer viajes largos con frecuencia. Pero en un autobús eléctrico, cuyo trabajo depende de una circulación constante, reducir los tiempos de recarga es crucial para maximizar la productividad. Y en este sentido apunta el próximo proyecto de Autosan, un fabricante polaco que va a desarrollar un autobús eléctrico con baterías externas intercambiables.
Se trata de un proyecto conjunto entre Autosan, el Centro Nacional de Investigación y Desarrollo y el Łukasiewicz-PIMOT (Instituto de la Industria del Automóvil), co-financiado por la Unión Europea y en el que se invertirán más de 1 millón de euros.
La idea es desarrollar un autobús eléctrico cuya batería puede extraerse y reemplazarse por una completamente cargada, de manera análoga al sistema empleado por muchas scooters eléctricas (cuyas baterías tienen un tamaño y peso más manejables). El autobús, enfocado a las rutas por ciudad, tendrá un sistema de baterías externas situado en la parte trasera del vehículo.
De esta manera, el autobús podrá reducir el tiempo que está parado. La batería se recarga por separado y el autobús puede continuar su trabajo pocos minutos después de llegar a la base. Sus desarrolladores hablan de una «rápida sustitución de la batería», aunque no especifican tiempos previstos. Como es lógico, el tamaño y peso de la batería de un autobús requerirá una plataforma adecuada para llevar a cabo la operación con seguridad.
Con este modelo, Autosan quiere lograr dos objetivos: por un lado, aumentar significativamente la autonomía diaria del autobús; y por otra parte, reducir los costes operativos cargando la batería en los momentos en que sea más barato.
Polonia fabricó el 36% de los autobuses eléctricos que se vendieron en la Unión Europea
La producción de autobuses eléctricos construidos en Polonia está en continuo crecimiento, al mismo tiempo que la demanda interna del país sigue aumentando. Según datos de la Oficina de Estadística de Polonia, en el país polaco se fabricaron el 36% de todos los autobuses vendidos en 2018 en la Unión Europea.
Se prevé que las ventas en el propio país sigan aumentando, y el Organismo de Desarrollo de Industrial de Polonia ha estimado que necesitarán 800 autobuses eléctricos en los próximos años. Sin embargo, se da una situación paradójica, ya que Polonia es uno de los pocos países donde los vehículos eléctricos son peor alternativa que sus homólogos de combustión debido a la gran dependencia del carbón para producir su electricidad. Por lo tanto, para reducir las emisiones deberán también cambiar su mix energético y reconducirlo hacia un sistema con mayor presencia de energías y/o energía nuclear.