París invierte 400 millones de euros en 800 autobuses eléctricos

RATP, la operadora de transporte de la ciudad de París, ha anunciado la adquisición de 800 nuevos autobuses eléctricos.

2019041012294613420.jpg
2019041012294613420.jpg
10/04/2019 14:34
Actualizado a 23/04/2019 14:12

La empresa gestora del transporte público en la ciudad de París acaba de anunciar la adquisición de 800 autobuses eléctricos que sustituirán viejos autobuses diésel en las rutas de transporte de la capital francesa. La operadora de la ciudad, RATP, ha comunicado que los nuevos autobuses eléctricos son una medida para luchar contra la nube de polución que cubre la ciudad de cara a los Juegos Olímpicos que se celebrarán en París durante el verano de 2024.

Serán tres los fabricantes que suministren los autobuses eléctricos a la capital vecina: Heuliez Bus, Bolloré y Alstom, todas ellas marcas de origen francés. La inversión del consistorio parisino en "hasta 800 autobuses eléctricos" ascenderá a 400 millones de euros, cifra que se repartirá de forma ecuánime entre los tres fabricantes de vehículos. La ciudad adquirirá un primer pedido de 150 autobuses que se espera sean entregados "entre finales de 2020 y 2022".

paris

París quiere eliminar la boina de polución antes de los JJ.OO. de 2024.

En la actualidad, existe una línea de transporte en París completamente electrificada, algo que podrá ser más habitual en un futuro cuando vayan llegando los ocho centenares de autobuses eléctricos a la Ciudad de la Luz. La flota parisina de transporte público terrestre se compone de 4.700 autobuses, de los cuales unos 950 son híbridos, 140 funcionan con biocombustible y otros 83 son 100% eléctricos.

París se ha comprometido en adquirir solamente autobuses 100% eléctricos a partir de 2025. Cuando los 800 autobuses eléctricos lleguen a la ciudad, todavía quedarán más de 2.700 autobuses diésel por sustituir. Para esta fecha la ciudad espera tener una flota compuesta de "autobuses ecológicos", lo que además de incluir unidades 100% eléctricas también podría dejar la puerta abierta a los biocombustibles.