Queda claro que la movilidad eléctrica ha llegado para quedarse, incluso en los segmentos que quizás nos suenen más inesperados. Uno de los que más calado va tomar de aquí a unos años será el sector aeronáutico, y en especial el de la movilidad urbana e interurbana. Mucho hemos hablado acerca de los casi infinitos prototipos de aeronaves tipo eVTOL, pero ¿es el único tipo de avión eléctrico que podremos ver sobrevolar nuestros cielos?
Naturalmente no. De hecho, existe un segundo tipo que puede propiciar un importante auge al sector que se abre ante nosotros. Este se conoce como eSTOL, y no es más que un tipo de aeronave con despegue y aterrizaje con distancia, es decir, que deberán tomar velocidad previa a la elevación y viceversa. Es lo que actualmente podemos ver en los aviones comerciales o en avionetas, por ejemplo.
En el caso de los eVTOL, poseen la capacidad de aterrizaje y despegue vertical, al igual que los helicópteros contemporáneos, algo que los hace especialmente propicios en entornos urbanos donde los edificios son prominentes y los espacios donde realizar las acciones son muy concretos.
Esta semana concretamente se ha celebrado el Foro de la Aviación del Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica (AIAA), donde surgió un intenso debate sobre la viabilidad de los eSTOL frente a los eVTOL para la movilidad aérea urbana (UAM). Mucho llevamos viendo los adelantos sobre el futuro de los taxis eVTOL, sin embargo, los eSTOL también han demostrado que tienen mucho que decir al respecto.
¿Qué ventajas pueden tener estos eSTOL? Una de sus principales bazas con respecto a los eVTOL, es su coste, considerablemente más asequible. Al fin y al cabo podríamos decir, simplificando mucho la ecuación, que estos no dejan de ser aviones convencionales pero movidos por electricidad. En cambio, las aeronaves de despegue y aterrizaje vertical eléctrico poseen una ingeniería detrás mucho más compleja y, por lo tanto, mucho más cara.
Algunos de estos eSTOL poseen la capacidad de aterrizar con tan sólo 30 metros de balanceo y una longitud de pista de 90 metros. Estas características los hacen capaces de aterrizar y despegar de algunos de los Vertiports ya diseñados y encaminados hacia su próxima construcción. Estas aeronaves han sido diseñadas por empresas como Airflow o Electra (empresa de la que ya os hablamos gracias a su último prototipo de eSTOL), los cuales utilizan tecnología denominada "levantamiento soplado".
Este tipo de aviones ya los hemos visto en funcionamiento durante aterrizajes o despegues en lugares con pocas infraestructuras aeroportuarias, como selvas o sitios hostiles como los polos terrestres. Ahí, este tipo de aeronave se encuentra bien ubicada, pues las condiciones están mucho más controladas y estudiadas que en un entorno urbano, donde los altos edificios pueden crear canalizaciones de viento y generar turbulencias más que significativas.
Pero donde sí son capaces de demostrar su valía los eSTOL frente a los eVTOL es en el ahorro energético, pues estos no necesitan de un impulso de elevación tan fuerte como sí precisan los otros para ejercer el despegue y aterrizaje vertical. Esto supone un esfuerzo considerablemente inferior en cuanto a su ingeniería y desarrollo de baterías y mecánicas en general, unos inconvenientes que son completamente nuevos en caso de los eVTOL, pues es un tipo de aeronave que actualmente sólo hemos vemos en drones de reducido tamaño.
Actualmente empresas como Airflow o Electra se encuentran completamente decididas de que ambos segmentos pueden compartir infraestructuras de despegue y aterrizaje en entornos urbanos. Aunque sólo el tiempo nos dirá qué tipo de aeronave termina reinando en nuestras ciudades.
Por el momento, ambos frentes están abiertos. Todo indica que finalmente las aeronaves tipo eSTOL podrían terminar siendo las alternativas enfocadas al transporte de personas entre ciudades, con sus propios aeropuertos ubicados en el exterior de los entornos urbanos. Por otra parte, los eVTOL se dedicarían al transporte meramente urbano, algo mucho más parecido a lo que hoy en día conocemos como los propios taxis, sólo que en este caso transitarían por el aire en lugar de por las carreteras.