Lilium, la empresa alemana de aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical eVTOL, ha trasladado recientemente sus actividades de pruebas de vuelo al Centro de Vuelos experimentales ATLAS (Laboratorio de Tráfico Aéreo para Sistemas Avanzados no Tripulados) en Jaén, España. En la localidad de Vilacarrillo, entre extensos olivares, el prototipo de demostración de quinta generación Phoenix 2 progresa a través de un extenso programa de pruebas bajo la dirección del jefe de pilotos de la compañía Andrew Strachan. En una entrevista concedida a evtol.com el veterano piloto explica el tipo de pruebas que se están realizando.
Breve biografía
Andrew Strachan se unió a la Royal Air Force (RAF) en 1979. La mayor parte de sus horas de vuelo las ha realizado en aviones de ala giratoria. En 1990, realizó el curso de piloto de pruebas de la Empire Test Pilots' School (ETPS), seguido de cuatro años de vuelos de prueba militares entre Boscombe Down en el Reino Unido y un intercambio de dos años con la unidad de pruebas de vuelo del ejército de EE.UU. en la Base de la Fuerza Aérea Edwards en el desierto de Mojave.
Al regresar al Reino Unido en 1997, se unió a Westland Helicopters, que se convirtió en Augusta-Westland y luego en Leonardo. Fue ascendido a adjunto al jefe de pilotos de pruebas en 2003 y jefe de pilotos de pruebas en 2012, cargo que ocupó durante siete años. Se retiró de ese puesto en 2019, continuando con algunos trabajos de consultoría para Leonardo y Boeing. Su interés por los eVTOL, le abrió las puertas de Lilium cuando llegó la oportunidad de trabajar allí.
¿Por qué España?
Strachan explica que la elección de España fue realmente bastante sencilla. Cuando se considera el área de prueba, la regulación hace más difícil hacer un vuelo no tripulado que tener un piloto a bordo. Lilium alcanzó el límite de la envolvente de vuelo de prueba en las instalaciones ubicadas en el aeropuerto de Oberpfaffenhofen, cerca de Múnich.
La necesidad de un área muy grande hizo que se descartarán otras ubicaciones en Alemania. Así, ATLAS se convirtió en el lugar perfecto ya que se encuentra en un área escasamente poblada. Además, las autoridades españolas han invertido mucho en la infraestructura, lo que unido al buen clima y al área disponible, hace que reúna todos los requisitos necesarios para los objetivos de Lilium.
En ATLAS ya se encuentra realizando pruebas el prototipo Phoenix 2, el mismo que concluyó con éxito las pruebas en Alemania, y en breve se le unirá el Phoenix 3. Es decir, las pruebas en Alemania de momento han quedado suspendidas, aunque allí, en Weßling, Bavaria, continua el desarrollo de del avión de producción.
La rutina de trabajo en España es un proceso de prueba de vuelo tradicional y se está desarrollando a buen ritmo. La preparación del vehículo y las pruebas arrancan el día anterior con la ayuda de un simulador para el demostrador tecnológico que permite que la tripulación (un piloto remoto) y los ingenieros de pruebas de vuelo diseñen y practiquen el perfil de prueba.
El mismo día de la prueba el equipo se reúne temprano, alrededor de las 6:30 de la mañana, que es cuando se dan las condiciones ideales de vuelo. Si se retrasase la hora, la actividad térmica y las turbulencias asociadas podrían complicar la operativa. Por eso, los vuelos de prueba se realizan sobre las 8:00 de la mañana y finalizan sobre las 10:00 con los últimos preparativos del avión, las sesiones informativas y, en paralelo, otras tareas como cargar las baterías.
El vuelo en sí sigue un conjunto predefinido de pasos de procedimiento. Una vez de vuelta se redactan los informes y se recopilan todos los datos para analizarlos y preparar la prueba del día siguiente.
Pruebas tripuladas
El Phoenix 2 es un avión diseñado como un demostrador de tecnología no tripulado y actualmente está equipado con instrumentación de prueba. La principal ventaja de las pruebas no tripuladas es la seguridad. En las pruebas de vuelo modernas, el riesgo se reduce al mínimo. Sin embargo, como se puede esperar especialmente en esta etapa temprana de desarrollo, siempre existe la posibilidad, por pequeña que sea, de que un vuelo de prueba no salga según lo planeado. Con la tecnología actual, como los enlaces de datos de gran ancho de banda, es posible recopilar una gran cantidad de datos sin necesidad de disponer de un piloto a bordo.
Una de las desventajas de estas pruebas es la necesidad de un área de prueba más grande en comparación con un avión tripulado. La otra, es que aunque el avión está repleto de sensores, un piloto humano podría detectar otras señales como vibraciones leves o incluso olores. En el caso de Lilium, más adelante las pruebas del avión de producción se realizarán con un piloto a bordo. En esa etapa, esa condición será indispensable, ya que también se probará la interfaz hombre-máquina (HMI).
Cronograma de trabajo y pruebas para la certificación
El demostrador tecnológico está desarrollado para probar principalmente el concepto. También proporciona todo tipo de datos e información que se aplicarán al avión de producción. Al certificar una aeronave, el vehículo debe ajustarse al diseño de producción. Por eso, las pruebas actuales aportan seguridad y confianza en que las suposiciones que se están haciendo para escalar el demostrador al avión de producción, más grande, son válidas.
Las interrupciones de la cadena de suministro que todas las industrias han estado experimentando en los últimos meses obligaron a Lilium a reorganizar sus cronogramas. Los demostradores seguirán volando mientras sean necesarios. El avión de producción comenzará a fabricarse en 2023. Sus pruebas, basadas en las experiencias con los demostradores, deberían durar alrededor de 18 meses.
Lilium busca obtener una certificación simultánea para el Lilium Jet, tanto con EASA (European Union Aviation Safety Agency), la Agencia Europea de Seguridad Aérea, como con la FAA (Federal Aviation Administration), la Administración Federal de Aviación civil de Estados Unidos. La certificación principal es EASA y la compañía trabaja a través de ella con la FAA para impulsar esa certificación simultánea.
Al final de la entrevista, Strachan asegura que "el futuro de esta industria es muy creíble y cualquier persona apasionada por la aviación debería seguir su evolución. Cualquiera que ingrese a este negocio ahora será parte de la revolución. Animo a todos a tener fe en la movilidad aérea avanzada y, aunque ya se ha hecho mucho trabajo, estamos al comienzo de un viaje muy interesante".