Como bien sabéis, el mundo de la aviación eléctrica o híbrida no es ninguna novedad, ya que como bien os contamos cada día, es un segmento en constante innovación y evolución. Hace escasos días os mostramos en un artículo 4 de los principales fabricantes que están apostando por la electricidad, una de ellas es Airbus, y hoy nos llegan noticias acerca de su proyecto más prometedor.
En este ámbito se está probando con múltiples combustibles de todo tipo, buscando la forma de hacer desaparecer definitivamente el problema de las emisiones nocivas para la salud y el medioambiente. Aunque el hito del que hoy venimos a hablar es del avión híbrido EcoPulse, el cual ha recibido el apoyo del Consejo de Investigación de Aviación Civil francesa (CORAC), así como de la propia Autoridad de Aviación Civil del mismo país (DGAC). El desarrollo de este proyecto se ha llevado a cabo conjuntamente entre Daher, Safran y Airbus.
Hasta hace apenas un par de años, este ecológico avión se encontraba únicamente en fase de desarrollo. Ahora ha dado un gran paso de gigante en su puesta a punto en el túnel de viento que Airbus tiene en Reino Unido. Aquí se ha llevado a cabo la prueba a sus motores, y los propios ingenieros de las 3 empresas aeronáuticas han quedado gratamente sorprendidos de su buen funcionamiento.
El motor de origen Safran, la estructura de Airbus y la hélice de DUC Hélices se montaron conjuntamente en un paquete completo definitivo y se sometió a numerosas pruebas en el túnel de viento. De aquí se lograron extraer numerosos datos que sirvieron para llevar a cabo los estudios necesarios para comprobar la sostenibilidad del proyecto final.
Motor híbrido EcoPulse en el banco de pruebas del túnel de vieno.
Estas pruebas de nuevas configuraciones se realizan para verificar la propia estructura y el comportamiento que tendrá en la vida real. Estos estudios deben coincidir con todo lo que previamente se haya simulado vía informática.
La mayor novedad que trae consigo este avión es el sistema de propulsión distribuida. Inserta tres motores con hélices en cada ala, en lugar de uno solo para todo el conjunto como en un principio se ideó. Este nuevo sistema trae bajo el brazo una mejora en el control de vuelo, especialmente en el momento del despegue y el aterrizaje. Gracias a este nuevo esquema, el avión es notablemente más silencioso.
Uno de los mayores desafíos a los que se enfrentaban sus ingenieros, era el proceso de refrigeración de sus motores eléctricos, los cuales alcanzan una alta temperatura en condiciones de vuelo adversas. Algo que se ha logrado paliar y que junto a la validación del sistema de propulsión en términos de potencia y velocidad, han conseguido superar las pruebas notablemente.
Otro de los términos a los que llevaron estas pruebas fue el averiguar el propio consumo de energía que llevará a cabo la propulsión del aparato, de cara a diseñar así el propio software Airbus Flight Control Computer para la mejora en la eficiencia informática de estos.
Después de sacar un aprobado en todos estos exámenes, el proyecto continúa adelante con su puesta a punto y se espera que entre en producción el próximo verano del 2022, celebrándolo con un primer vuelo inaugural.