Más allá de las propuestas eVTOL de aeronaves que despegan y aterrizan en vertical para permitir viajes urbanos, Heart Aerospace está desarrollando una opción diferente. El ES-19 pretende cubrir el servicio de rutas regionales que implican viajes cortos que no son económicamente viables para ser ofrecidas con aviones convencionales. La startup sueca acaba de celebrar una nueva ronda de inversión con el objetivo de atraer fondos para el desarrollo de su avión de turbohélices, que precisa de instalaciones aeroportuarias para despegar y aterrizar. Entre las compañías que han mostrado interés por su propuesta está United Airlines, que planea incorporar a su flota 100 de estos aviones dentro de unos años.
Los aviones eléctricos de formato convencional (no VTOL) están muy lejos de ser capaces de completar vuelos internacionales de larga distancia tal y como lo hacen los aviones comerciales actuales. Su principal hándicap es la limitación de la capacidad de las baterías en relación con su peso, es decir, la escasa densidad de energía que ofrecen hoy en día. Hay que tener en cuenta que, a diferencia de un coche, los aviones deben ser capaces de elevar el peso de la batería, lo que implica un consumo energético muy superior.
Aunque las autonomías son todavía limitadas, donde podrían ofrecer un valor añadido es en el servicio de rutas cortas cuya distancia sí queda cubierta por la densidad de energía de sus baterías. Actualmente y con ese propósito, ya se están desarrollando una serie de aviones eléctricos más económicos que los de combustión que son inviables para cubrir este tipo de recorridos.
Uno de ellos es el ES-19 de Heart Aerospace. Se trata de un avión totalmente eléctrico capaz de transportar a 19 pasajeros a una distancia que la compañía cifra en 400 kilómetros. Este es el objetivo de la primera generación de estos aviones que paulatinamente irán elevando su autonomía en paralelo con los avances de la tecnología de las baterías. La startup asegura que sus motores eléctricos son alrededor de 20 veces menos costosos que las turbohélices convencionales del mismo tamaño, mientras que los costes de mantenimiento son más de 100 veces inferiores.
El ES-19 puede transportar 19 pasajeros a una distancia de 400 kilómetros.
Basándose en estas premisas, el ES-19 podría trabajar dando servicio a rutas que ya no son viables para aviones propulsados por turbinas de gas, y también abrir nuevas rutas comerciales actualmente cubiertas por otros sistemas de transporte. Dadas sus características, el avión puede despegar desde una pista de tan solo 750 metros de longitud, lo que resulta apropiado para transportar pasajeros en vuelos cortos sobre terrenos montañosos, donde viajar por carretera no sería práctico, o también para saltos entre diferentes islas cercanas.
Al ES-19 le quedan por delante todavía un par de años de desarrollo para poder realizar su primer vuelo de pruebas. Precisamente, con ese objetivo, la compañía está tratando de atraer la inversión de grandes empresas aeronáuticas. La semana pasada se anunció el cierre de una ronda de financiación de la Serie A, en la que han participado inversores como Breakthrough Energy Ventures, Mesa Airlines y United Airlines. En el caso de estas dos últimas su compromiso va más allá, anunciando que incorporarán en los próximos años 100 aviones eléctricos ES-19 a su flota para uso comercial.
El ES-19 utiliza cuatro turbohélices eléctricas pudiendo despegar desde una pista de tan solo 700 metros de longitud.
United Airlines ha realizado también otros movimientos relacionados con el futuro de la propulsión de sus aviones. Por un lado, está probando biocombustibles en vuelos programados de manera regular. También ha realizado inversiones de miles de millones de dólares en los taxis voladores eVTOL de Archer. En última instancia, la empresa aspira a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 100% para el año 2050, sin utilizar las tradicionales compensaciones de carbono. Según Michael Leskinen, vicepresidente de desarrollo corporativo y relaciones con inversores de United, a medida que la tecnología de las baterías mejore, los aviones serán viables en un tamaño todavía mayor "pero no vamos a esperar para arrancar el viaje; estamos ansiosos por comenzar nuestro trabajo con Heart, para escalar la disponibilidad de aviones eléctricos y utilizarlos en vuelos de pasajeros en los próximos cinco años".