Paneles solares, hidrogeneradores, generadores eólicos, motores eléctricos, la gestión de la energía a bordo de un barco de regatas de vuelta al mundo es la clave, la diferencia entre ganar o sufrir. Sin electricidad no hay ni electrónica, ni piloto automático, dos pilares que hacen que esta gesta sea posible, sumada a las cualidades marineras del barco y, por supuesto, de la única persona que lo controla. Éstos barcos pasarán entre dos y tres meses funcionando sin parar, son un laboratorio de pruebas excelente porque las condiciones en las que tendrán que trabajar éstos elementos son las más extremas que se pueden encontrar en nuestro planeta.
El domingo 8 de noviembre se inició la novena edición de la regata Vendee Globe cuyo punto de salida y llegada es el mismo, Les Sables d’Olonne, un puerto en el oeste de Francia, sobre el océano Atlántico. El recorrido es muy fácil, dar la vuelta al mundo por los mares del sur. Bajar por el Atlántico hasta cruzar el cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica, luego el cabo Leeuwin en Australia, el cabo de Hornos en américa del sur y remontar el Atlántico para volver Les Sables d’Olonne, sin hacer escalas, sin asistencia externa.
Presupuestos muy variados
Estas gitanescas estructuras de vibra de carbono, 18 m de eslora por 4,50 m de manga son la conjugación de varias tecnologías y 5000 años de navegación a vela. Por supuesto que hay presupuestos humildes, como el del español Didac Costa, que ronda los 400.000 € pero también hay como el del inglés Alex Thomson que cuenta unos 6 millones… Alex Thomson Racing ha subrayado su compromiso con la sostenibilidad declarando su ambición de correr alrededor del mundo sin el uso de combustibles fósiles. Posiblemente, su barco es el más extremo de la flota, una suerte de nave espacial con una cabina donde se mezclan cabos y winches con la inteligencia artificial. Sí, la de su piloto automático que continuamente “aprende”, con cada ola, cada intensidad de viento, de vela, corriente, etc. es el encargado llevar el timón del barco mientras el tripulante descansa, come, maniobra, analiza la meteorología para escoger la mejor ruta, y un largo etc. Todos los barcos están equipados con piloto automático, no todos tan sofisticados, pero todos imprescindibles. Posiblemente es la avería más temida, que puede llevar al abandono por extenuación.
Salida de la Vendée Globe, 6 mujeres y 27 hombres intentarán dar la vuelta al mundo a vela, en solitario, sin asistencia y sin escalas. © Yvan Zedda/Alea
El piloto automático, las comunicaciones, los instrumentos de navegación, la seguridad del barco se ve seriamente comprometida si no hay electricidad. Recordemos que la regata es a vela, pero la mayoría de embarcaciones lleva un motor diésel que ponen en marcha cuando la demanda de energía no puede ser suplida por la suma de paneles solares, generadores eólico o hidráulico etc. Este motor, que antes de la partida lleva un precinto en la hélice, también puede ser utilizado en una emergencia, si rompe el mástil o ha de entrar a puerto después de abandonar.
Pero, por una parte, el conjunto de motor térmico y combustible es mucho más pesado que el binomio batería-motor eléctrico, y por otra, cada año la regata se vuelve más “verde”. Las personas participantes y el público son conscientes del daño medioambiental y existe la voluntad de dejar de usar combustible fósil.
Ya hemos hablado aquí del tema, en la entrevista a Jordi Barinaga, el Acciona fue el primero en intentarlo, también lo intentó el australiano Conrad Colman, que fue el primero en llevar un motor Oceanvolt que también ha desarrollado el motor del actual Hugo Boss de Alex Thomson quien declaró: "A menudo existe la percepción de que la implementación de sistemas más sostenibles puede suponer una desventaja en el rendimiento, pero no creemos que eso tenga que ser así en nuestro deporte. De hecho, pensamos que la integración de sistemas más sostenibles podría en realidad ofrecer ciertas ventajas, y esa es una perspectiva emocionante para nuestro equipo".
En esta edición, tres navegantes han integrado paneles solares Solbian en su equipo. El barco de Boris Herrmann, un sistema fotovoltaico de 1149 Wp, construido por Solbian y que utiliza dos tipos de células diferentes: células SP en el centro y células SX en las cubiertas laterales, que en total pesan sólo 24,5 kg incluyendo el adhesivo premontado.
Por su parte, Didac Costa instaló paneles que generan 780Wp en su barco One Planet One Ocean que es, de hecho, la campaña llevada a cabo por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO, centrada en la investigación medioambiental. Para el navegante español, esta competición no es sólo un desafío personal, sino también una oportunidad para inspirar a los amantes del mar a comprometerse con la sostenibilidad y la inclusión social: One Planet One Ocean es, de hecho, la campaña llevada a cabo por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO, centrada en la investigación medioambiental. Para el navegante español esta competición es también una oportunidad para inspirar a los amantes del mar a comprometerse con la sostenibilidad y la inclusión social.
Didac Costa en la mesa de navegación del One Planet One Ocean.
También el navegante finés Ari Huusela eligió 390Wp de paneles solares de la serie SP, con células de silicio monocristalino, alcanzando un récord de 24% de conversión de la luz solar en electricidad.
Por supuesto que hay muchos sistemas que han pasado por el banco de pruebas de la Vendee Globe que, seguramente, en un futuro próximo pasarán a formar parte de nuestras vidas. En esta edición, 18 de los 33 barcos participantes, estarán equipados con el sistema OSCAR que utiliza cámaras diurnas y térmicas combinadas con tecnología de inteligencia artificial para evitar colisiones con objetos flotantes. La colisión con OFNIS Objetos flotantes no identificados es una de las principales causas de abandono y no hablamos solo de icebergs, también pueden ser contenedores, troncos e inclusive cetáceos. Este sistema puede convertirse en la salvación para navegantes solitarios, pero también en la navegación de recreo o comercial, principalmente para navegar de noche. Esta tecnología es heredada de la automoción, pero sin duda el banco de pruebas que ofrece esta regata es insuperable. Dicen que hay un punto en los mares del sur, que la persona más cercana a estos navegantes está en la estación espacial…
Navegantes y científicos
"Para sostener el Sistema Mundial de Observación de los Océanos es necesario desplegar cada año unos 2.000 instrumentos autónomos (como flotadores de elaboración de perfiles y boyas a la deriva). Por lo general, el despliegue de los instrumentos de observación de los océanos se realiza mediante buques oceanográficos de investigación, que son muy costosos y no pueden navegar por todo el océano independientemente de la estación del año. Los barcos de la Vendee Globe nos permiten llegar a zonas remotas del océano dice Mathieu Belbéoch, Jefe de OceanOPS.
Alexia Barrier será la encargada de llevar uno de los flotadores de elaboración de perfiles y boyas a la deriva. / © Yvan ZeddaAlea.
El GOOS es un sistema de colaboración de observaciones oceánicas continuas in situ y por satélite, implementado por numerosos programas y organizaciones. Estas observaciones proporcionan datos oceanográficos y meteorológicos clave para varias aplicaciones, como estudios climáticos, pronósticos y alertas tempranas, y la vigilancia de la salud de los ecosistemas marinos.
En la actualidad hay 10.000 instrumentos de observación in situ, incluidas redes de flotadores autónomos de elaboración de perfiles, boyas fijas y a la deriva, robots submarinos pilotados, buques, mareógrafos de nivel del mar e incluso mamíferos marinos, vigilan el océano mundial y miden sus principales parámetros físicos y biogeoquímicos.
Hoy en día, los patrones de la IMOCA han dado un paso adelante, confirmando su profundo compromiso con la protección del océano. Durante la Vendée Globe, con la ayuda de OceanOPS, 7 boyas meteorológicas y 3 boyas de perfilado serán desplegadas por los patrones de la IMOCA, en zonas del océano poco muestreadas. Esta iniciativa ayudará a comprender mejor el cambio climático.
Durante esta Vendee Globe cuatro patrones, Didier Costa, Boris Herrmann, Alexia Barrier y Fabrice Amedeo también llevarán a bordo instrumentos oceanográficos para medir la salinidad de la superficie del mar, la temperatura y el CO2. Fabrice Amedeo también medirá la contaminación por microplásticos en el mar. También, se desplegarán 7 boyas a la deriva y 3 flotadores de perfil.
Las actividades científicas realizadas por los patrones del IMOCA, durante su viaje alrededor del mundo, serán una importante contribución al Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible, que comienza el 1º de enero de 2021.