El que está llamado a ser el primer buque de carga eléctrico y autónomo realizará su primer viaje experimental, sin tripulación alguna en su interior, a finales de este mismo año en la región de Noruega. Este navío fue presentado por la empresa noruega Yara International como concepto, en el año 2017. Los primeros desarrollos del modelo lo dibujaban como barco eléctrico, dejando su autonomía como algo posible a largo plazo, finalmente esta capacidad se ha introducido y en apenas unos meses realizará su primer recorrido inaugural.
La empresa Yara tiene como objetivo central el reducir las emisiones de gases nocivos, así como incentivar el trabajo agrícola de forma sostenible. Su objetivo principal los llevó hasta conceptualizar un barco eléctrico que tuviese un nivel cero de emisiones, sustituyendo así a los vetustos y contaminantes bloques diésel.
Finalmente, el Yara Birkeland ya se encuentra completamente construido y a flote sobre las aguas de Noruega, esperando el momento en el que poner su maquinaria en marcha y realizar su primera navegación. Dicho viaje se llevará a cabo entre dos ciudades noruegas: Herøya y Brevik. Dos ciudades ubicadas en el sur del país, y que se encuentran a una distancia muy próxima la una a la otra.
Su primer viaje no incluirá tripulación alguna a bordo del buque, pero sí será minuciosamente monitoreado a través de tres centros de control ubicados en tierra firme. Jon Sletten, gerente de la planta de la fábrica de Yara, ha especificado que este proyecto no sólo quiere automatizar el propio viaje del barco, sino que las máquinas ejerzan por sí solas la gran mayoría de operaciones necesarias, como cargar el barco, o ubicar los contenedores en su área de carga. Esto se llevará a cabo con un conjunto de grúas y vehículos autónomos. Este enfoque dedicado a la autonomía de las maquinarias tiene como finalidad la reducción de costes de las operaciones de transporte.
Carguero eléctrico de Yara Birkeland.
Mecánicamente, el carguero está movido por dos cápsulas Azipull de 900 kW de potencia, en combinación con dos propulsores de túnel de 700 kW. Todo esto está alimentado por una gigantesca batería de 7 MWh de capacidad, y es capaz de alcanzar una velocidad máxima de 13 nudos (24 kilómetros por hora). Su espacio de carga está habilitado para transportar un total de 120 contenedores de 6 metros de longitud, o 60 contenedores de 12 metros.
A pesar de que este primer viaje inaugural está programado para finales de este mismo año, lo cierto es que los primeros planes para realizar dicha navegación estaban enfocados en llevarse a cabo el pasado año 2020, algo que se podría haber realizado casi sin inconvenientes de no ser por la pandemia que asoló a todo el planeta. Mientras tanto, este año de retraso obligatorio se ha utilizado para pulir posibles errores o para hacer un chequeo completo de todas sus unidades mecánicas y de inteligencia artificial, de modo que a finales de este año, cuando se produzca dicha inauguración, todo debería salir a la perfección, ya que su instrumental está más que probado y chequeado.
Sus primeros viajes de forma autónoma se llevarán a cabo entre ciudades cercanas dentro del mismo país nórdico, pero su finalidad real es poder patentar su diseño y mecánica para expandirlo hacia nuevos mercados europeos. El siguiente paso del proyecto será transportar cargas desde Noruega hasta otros puertos de la costa europea, y viceversa. De esta manera, desde la empresa, creen que en el momento en el que se expanda su uso, se podrá prescindir de un total de 40.000 rutas anuales de camiones diésel.