Las bicicletas eléctricas están experimentando un auge como uno de los medios de transportes alternativos mejor acogidos por los consumidores. Los fabricantes, que se han dado cuenta de ello, han comenzado a inundar el mercado de modelos de todo tipo, entre los que destacan los diseños retro y vintage, siguiendo la estética de las antiguas motocicletas americanas.
La empresa americana Avionics, ha querido crear un vehículo único, elegante y sobre todo diferente, que está más cerca de ser una obra de arte que una bicicleta eléctrica. Los fundadores de Avionics, Bartek y Jaromir, la crearon para mostrarla en la Galería MAD (Mechanical Art Devices) de Ginebra y ofrecerla como una edición limitada. De hecho tan solo se fabricarán 52 unidades y quien quiera hacerse con una de ellas deberá contactar directamente con la empresa y pagar 19.900 dólares (18.500 euros). A cambio, los afortunados propietarios no solo obtendrán una obra de arte en forma de bicicleta eléctrica, sino un vehículo potente, inteligente y con el mayor grado de fiabilidad (según dice la empresa).
Destaca en su fabricación el uso de la madera de jatoba, también conocida como cereza brasileña, uno de los materiales más duradero que existe en la naturaleza. Un material, la madera, que no es habitual en las bicicletas y que en este caso llega hasta el sillín, según Avionics, para hacer que el resultado sea más elegante y ecológico.
Bicicleta eléctrica vintage de Avionics.
El diseño del cuadro, fabricado en acero al cromo molibdeno conforma un marco muy característico que le distingue del resto de las bicicletas del mercado, de forma que cuando se mira de perfil la forma simula el ala de un avión. Avionics se ha centrado en ocultar los elementos constructivos sobresalientes y esconder las conexiones. El cableado está oculto dentro del marco lo que ayuda a lograr un diseño muy espartano.
Además del citado sillín de madera, también son de este material el faro cromado de 1.000 lúmenes y la horquilla delantera cuya parte superior se convierten en las empuñaduras del manillar, dividido en dos, y que también es de madera, con las palancas de freno invertidas. En la parte baja se sitúa un cofre de madera en el que se oculta la batería. El pedalier situado delante de este cofre engrana un sistema de transmisión por cadena, que en este caso es de gran longitud, uniéndose con un motor eléctrico que se sitúa en el buje de la rueda trasera.
En cuanto a las especificaciones mecánicas, el motor tiene una potencia máxima de 4 kW, aunque el sistema de gestión permite configurarlo para reducirla a un máximo de 250 W, 500 W y 750 W. El par motor que es capaz de ofrecer es de 125 Nm y la velocidad máxima que alcanza de 58 km/h. En el modo de baja potencia la autonomía que ofrece con cada carga es de 120 kilómetros. En una toma de corriente doméstica la carga se completa en aproximadamente tres horas. También es posible cargarla a través de una toma USB.
Cargador de la bicicleta eléctrica de Avionics.
Si el diseño es muy llamativo, según el fabricante el corazón de esta bicicleta eléctrica es la electrónica. Uno de los elementos más llamativos es un controlador de onda sinusoidal, un ordenador que permite al ciclista elegir entre una bicicleta muy tranquila en la que pedalear sin prácticamente esfuerzo y una máquina de altas prestaciones con un enorme par motor. Oros sistemas electrónicos incluidos son, por ejemplo, un inmovilizador integrado y un sistema de freno regenerativo que estira la autonomía de la batería.
En su página web, Avionics afirma que la bicicleta ha sido probada "en la mayoría de los terrenos", siendo capaz de soportar cualquier inclemencia climatológica, como la lluvia o la nieve, a pesar de su construcción en madera.