Conducir una bici eléctrica durante el invierno conlleva la toma de una serie de decisiones para evitar accidentes. Llevar a cabo un buen mantenimiento de nuestro vehículo y tomar toda una serie de precauciones reduce las probabilidades de sufrir una caída. A fin de cuentas, el frío reduce la adherencia del firme, lo mismo que la lluvia y la humedad, mucho más presentes durante los meses de invierno.
Hoy vamos a daros una serie de recomendaciones a tener en cuenta para circular con seguridad durante esta estación y al tiempo asegurarnos de que nuestra bici eléctrica no sufre por las bajas temperaturas.
Usar la bici eléctrica en invierno implica seguir una serie de precauciones adicionales
Antes de nada, avisar de que algunos de los tips que se mencionan a continuación son válidos para cualquier bicicleta convencional, pero otros en cambio están específicamente centrados en aquellos que cuentan con asistencia al pedaleo. Hechas las "advertencias", vamos con el listado.
Revisa el tipo de neumáticos y su presión
Las ruedas son la pieza esencial que está en contacto con la superficie, por lo que deben encontrarse en buen estado. La banda de rodadura debe tener dibujo suficiente. Sin embargo, lo más eficiente que se puede hacer es la colocación de cubiertas especialmente diseñadas para la circulación en invierno, ya que asegurarán un mejor agarre en presencia de nieve y hielo. De hecho, hay un tipo de neumáticos que incluyen los famosos clavos que evitan esos deslizamientos más peligrosos.
En relación con la presión, no se puede llevar la misma que en estaciones del año en las que hay una mayor temperatura ambiental. Si se reduce la presión de las ruedas, es posible que cueste un poco más desplazarnos, pero permitirá mejorar el agarre en superficies con presencia de agua y hielo. Esto es así debido a que habrá una mayor parte de superficie de goma en contacto con el suelo, mejorando de esta forma la seguridad del usuario.
Revisa el estado de los frenos para evitar derrapes
Un pilar fundamental para circular con la bici eléctrica en invierno es revisar el estado de los frenos y, más aún, comprobar la presión que se ejerce desde la maneta. Del mismo modo que en un vehículo se recomienda llevar marchas largas y hacer ligeros toques de freno en presencia de nieve y hielo, en este medio de transporte ocurre lo mismo. Es fundamental, por tanto, contar con un largo recorrido del freno para evitar detenciones abruptas.
De este modo, se conseguirá evitar deslizamientos de las ruedas. Como es lógico, esto exige mantener una precaución añadida en lo que se refiere a la velocidad de circulación, otro elemento que es aplicable en cualquier otra situación.
Usa un modo de asistencia en la bici eléctrica compatible con la condición del terreno
La mayor parte de bicicletas eléctricas disponen de varios modos de asistencia en función de las necesidades del usuario. En presencia de nieve y hielo, es aconsejable optar por un nivel menor de contribución del motor eléctrico, ya que se podrá tener un mayor control de la situación en cada momento. En casos extremos, de hecho, lo más recomendable es desconectar cualquier ayuda externa y optar simplemente por el pedaleo ejercido por las piernas del usuario.
La ayuda externa limita la percepción de lo que ocurre alrededor, por lo que tener en todo momento el control de la fuerza que se ejerce al pedal puede ser la mejor solución para reducir las probabilidades de sufrir una caída.
Mantén la batería de tu bici eléctrica a una temperatura mínima
Las baterías de los coches eléctricos funcionan mejor a medias y altas temperaturas que a bajas, algo que también puede ocurrir con la bici eléctrica. Por ello, puede resultar interesante extraer la batería eléctrica si es portátil o guardar el medio de transporte en una estancia con mayor temperatura tras cada desplazamiento.
Si esto no fuera posible, existe una alternativa. La colocación de fundas con velcro permite el mantenimiento de la batería algunos grados centígrados por encima de la temperatura que hay presente en el exterior. Puede parecer que se trata de un remedio casero, pero puede influir a medio plazo en la degradación del conjunto y, por supuesto, en la vida útil del conjunto.
Planifica tus desplazamientos y valora entre las distintas posibilidades
Tanto si se practica una conducción por ciudad como si se realizan desplazamientos por caminos, resulta interesante valorar en qué estado puede encontrarse el recorrido. Si existen diferentes rutas, debe valorarse cuál puede ser la más interesante si, por ejemplo, ha llovido o ha nevado. Una buena forma de tomar una decisión es analizar si hay cuestas en el trayecto.
Si este es el caso, la mejor opción es tomar una ruta alternativa y, si no hubiera otra propuesta, es aconsejable bajarse de la bici eléctrica y recorrer ese tramo a pie para evitar deslizamientos no deseados de las ruedas.