No todas las bicicletas eléctricas son iguales. Aunque el mercado es cada vez más extenso y la oferta casi inabarcable, muchos de los diseños actuales se parecen demasiado unos a otros. Buddy Bike ha buscado precisamente el efecto contrario con la sX1. Una bicicleta de la que solo se fabricarán 200 unidades y que trata de demostrar que no todo estaba dicho en cuestiones de diseño y calidad.
Buddy Bike es un fabricante de bicicletas noruego que existe desde 1993, lo que quiere decir que, aunque no sea tan veterana como las marcas de alto prestigio que todos conocemos, sí tiene experiencia en el diseño y en el conocimiento de los que requieren los ciclistas. En este caso, la sX1 muestra lo que el equipo de desarrollo de Buddy es capaz de hacer, en este caso contando con la colaboración de Eker Design. Este estudio ha creado máquinas absolutas y ha estado implicado en innumerables proyectos a los largo de los últimos años. Desde gafas personalizadas para cada rostro hasta brazos y barcos robóticos, sus creaciones destacan en todas las áreas de diseño.
Volviendo a la sX1 hay que tener en cuenta para qué tipo de terreno ha sido diseñada esta bicicleta eléctrica. Todas las imágenes que se muestran en su galería la sitúan en un entorno urbano, que parece el lugar más adecuado a juzgar por el cuadro rígido que prescinde de las clásicas suspensiones. Pero esto no significa que el cuadro de fibra de carbono no responda a las irregularidades del terreno. Se encargan de ello el amortiguador de dirección en titanio de Vecnum y el amortiguador de asiento de Kinect. También ayudan unas llantas de 29 pulgadas que suavizan los pequeños golpes que puedan llegar hasta el ciclista. La fibra de carbono del marco de la sX1 aporta otra un extra del que no pueden presumir otras bicicletas fabricadas con este mismo material. Porque Byddy Bike afirma que el material con el que está fabricado es reciclable al 100 %.
El sistema de asistencia eléctrica de la sX1 se basa en un motor Sachs de fabricación alemana situado en el buje del pedalier. En la web del fabricante no se especifica su potencia, tan solo que funciona a 48 voltios, aunque es de suponer que esté limitada a los 250 W que exige la normativa europea para vehículos EPAC. Pero lo que de verdad importa es que genera nada más y nada menos que 112 Nm de par, muy por encima de las especificaciones que ofrecen los motores más punteros del sector fabricados por Bosch, Shimano, Yamaha o Bafang. Precisamente, el fabricante ofrece la opción de elegir un motor de la gama de uno de estos dos últimos fabricantes.
La batería que alimenta el motor puede elegirse entre dos capacidades: 450 Wh y 650 Wh. Una vez más, el fabricante no menciona la autonomía que puede ofrecer las dos opciones. El sistema de transmisión se completa con una correa de carbono Gates Carbon Drives y una caja de cambios internos de la alemana Rohloff (de la que se puede prescindir para pasar a convertir a la sX1 en una bicicleta de una sola velocidad). Por último, los frenos son los Shimano Deore XT con cuatro pistones cerámicos, las ruedas están fabricadas a mano por German Sandmann con cubiertas zip de 29" de Norwegian reTyre.
Todo este conjunto de materiales y componentes y su exclusividad hacen que la sX1 no sea precisamente una bicicleta eléctrica barata. El precio de la versión básica arranca en 49.000 coronas noruegas (unos 5.000 euros) y se puede llegar a pagar por la versión de mayor gama hasta 69.000 coronas (unos 7.000 euros). Por el momento, Buddy Bike solo fabricará 200 unidades de la sX1, aunque el fabricante no cierra la posibilidad de que si las ventas van bien y se ve demanda del producto, pueda llegar a construir algunas más.