Las grandes ciudades están cambiando. Sus calles se modifican con el objetivo de adaptarse a los cada vez más numerosos sistemas de movilidad alternativos. Patinetes, ciclomotores eléctricos y bicicletas ocupan las vías principales para promover el transporte sostenible.
Sin embargo, no todas las ciudades están ejecutando esos ajustes de forma correcta, algunas están tomando un rumbo completamente contrario, como es el caso de Berlín. La capital alemana está eliminando las vías limpias para devolver ese espacio a los coches.
Madrid, París o Amsterdam son claros ejemplos de cómo las grandes capitales europeas han modificado sus estructuras urbanas. La cada vez mayor presencia de espacios verdes tiene un objetivo claro, reducir el impacto medioambiental del tráfico rodado.
Si bien es imposible hacer desaparecer los coches de la calle, muchas ciudades están tomando medidas para promover otros sistemas de movilidad. En Alemania, localidades como Hannover se sitúan en los puestos de cabeza de la transformación. La ciudad costera está considerada como una de las grandes urbes más amigables para el uso de la bicicleta.
Proyectos paralizados y eliminación de carriles bici
Una vasta red de carriles bici inunda las calles de Berlín, además de celebrar días sin coches y otras medidas de gran calado. A pesar de ese claro ejemplo, el Gobierno de la capital alemana ha desatado una guerra cultural entre ciclistas y conductores, con un claro beneficio para los segundos.
El Ejecutivo berlinés asegura que el ejemplo de Hannover no es el camino a seguir para la capital. No tienen intención de aplicar medidas restrictivas como las que sí se están ejecutando en otras grandes capitales, como París.
Los franceses están decididos a castigar duramente a los coches más contaminantes con ZBE muy restrictivas y con nuevas políticas para favorecer el tráfico. La última gran y popular medida promovida por el Gobierno presidido por la alcaldesa Ana Maria Hidalgo ha sido la de imponer tarifas de aparcamiento exageradas para los SUV y los coches más pesados del mercado. Hasta 18 euros por hora si quieres aparcar en la calle.
Kai Wegner, el alcalde de Berlín, sin embargo, ha comentado a Le Monde que se toma muy en serio su eslogan de campaña “Berlín es para todos, incluidos los conductores de automóviles”. Desde su toma de posesión, Wegner ha adoptado rápidas y drásticas decisiones con el único objetivo de deshacer los proyectos de movilidad ecológica impulsados por los anteriores gobiernos de la capital.
La expansión de los carriles bici se ha paralizado, así como otras grandes medidas promovidas con anterioridad, como la total peatonalización de la avenida Friedrichstrasse, una de las vías principales de la ciudad, conocida por contar con cientos de tiendas y restaurantes. Un espacio berlinés muy conocido entre sus habitantes y por los millones de turistas que cada año visitan la capital.
Toda esta escalada de polémicas decisiones ha provocado una batalla entre usuarios de la vía. Diferentes asociaciones de ciclistas reconocen que ha habido un aumento de la violencia por parte de los conductores. Los últimos baremos estiman que Berlín cuenta con 1,23 millones de coches y cada año se suman otros 10.000.