Incluso vista desde cerca, la Bianchi Aria E-Road parece una bicicleta de carretera convencional, de alta gama, en la que pocos o ninguno de los detalles la presentan como una bicicleta eléctrica. Sin embargo lo es. Bianchi lo ha camuflado todo tan bien que ni el motor eléctrico de 250 W situado en el buje trasero ni la batería embutida en la barra del cuadro inferior capaz de asistir al ciclista durante 120 kilómetros son apreciables a simple vista.
La mayoría de las bicicletas eléctricas que se encuentran hoy en día en el mercado o bien están pensadas para ser utilizadas en el campo, en terrenos más o menos complicados, o bien están diseñadas para recorridos urbanos como un medio de transporte alternativo. Entre los dos extremos puede encontrarse una gran oferta de modelos entre los que elegir. Sin embargo, no es habitual encontrar una bicicleta de carretera como la Bianchi Aria E-Road.
Presentada este año en la feria Eurobike en Alemania, esta bicicleta de factura italiana cuenta con un cuadro de carbono en el que se ha montado un sistema eléctrico desarrollado por Bianchi llamado IPD (Inner Power Drive), que ofrece asistencia al pedaleo gracias un motor Ebikemotion X35 situado en el buje trasero, de 250 W, capaz de ofrecer 40 Nm de par máximo, regulable mediante un control remoto iWOC One. Según el fabricante es el motor eléctrico más pequeño y ligero (3,5 kilogramos) disponible en el mercado y su presencia pasa inadvertida detrás del cassette del cambio Shimano Ultegra RD-R8000 GS de 11 marchas, con palancas de cambio integradas en la maneta, y el disco de los frenos hidráulicos Shimano BR-R8070.
Motor eléctrico Ebikemotion X35 y conector de la batería.
En la barra inferior del cuadro, Bianchi ha integrado y ocultado una batería de 40 mm de ancho desarrollada por Panasonic, que puede recargarse mediante un conector, también escondido, situado detrás del desviador de los platos delanteros resistente a la intemperie. La recarga puede realizarse de forma muy sencilla a través de cualquier enchufe doméstico y puede demorarse entre cuatro y cinco horas, eso sí, con la batería montada siempre en la bicicleta, puesto que no es extraíble. Todo el cableado eléctrico y electrónico está situado en el interior de los tubos y sellados contra el agua y el polvo.
Quizás lo más sorprendente de la Bianchi Aria E-Road es su peso. El sistema eléctrico, el cuadro de carbono y los componentes de alta gama de la bicicleta pesan en total tan solo 12,3 kilogramos, lo que todavía la hace pasar más inadvertida como bicicleta eléctrica.
Los ingenieros de Bianchi han integrado toda la electrónica de potencia en el tubo superior del cuadro. No cuenta con ninguna pantalla de información en el manillar (probablemente, de nuevo, para ocultar su carácter eléctrico) pero la aplicación móvil Ebikemotion permite realizar fácilmente múltiples funciones y recopilar datos del recorrido. Con ella se puede consultar el estado de la batería, controlar la potencia del motor, la navegación y el seguimiento de los datos del viaje mediante GPS. Junto a una banda de medición de la frecuencia cardíaca, una aplicación dedicada permite controlar automáticamente el nivel de asistencia del motor cuando se selecciona una frecuencia cardíaca máxima, para mantenerla en la zona de ejercicio especificada.
Bianchi Aria E-Road.
Todas estas características no pueden traducirse en un precio precisamente económico que está cercano a los 6.000 euros. Bianchi la ofrece en dos versiones, Ultegra 11SP Compact y Ultegra DI2 11SP Compact y que varían las características de algunos de los componentes como el cambio pero que, en cualquier caso, se corresponden con los modelos de más alta gama de Shimano.
