Bajo el apellido Endurance, Canyon distingue sus bicicletas eléctricas destinadas a recorrer largas distancias en carretera y también para adentrarse en senderos y zonas off road en su configuración gravel. En la séptima generación, el fabricante alemán ha puesto toda la experiencia de los 20 años que lleva en este sector y que le coloca al nivel de firmas como Specialized, Trek o Bianchi. La Endurance:ON 7 destaca por lo que es capaz de ofrecer a cambio de los 3.000 euros que hay que desembolsar por ella: ligereza (apenas 15 kilogramos), versatilidad para atravesar casi cualquier terreno y un sistema de asistencia firmado por Fazua que ayuda cuando debe y no estorba cuando se acaba la batería.
El cuadro de la Endurance ON:7 no es de fibra de carbono, aunque su peso, 15,2 kilogramos, podría llevar a confusiones. La mayoría de él es de aluminio, aunque sí hay fibra de carbono en la tija del sillín que utiliza las propiedades elásticas de este material para absorber las vibraciones que el terreno transmite al cuerpo reduciendo el cansancio y aumentando la comodidad al rodar por cualquier tipo de terreno. La tija Canyon SP-41 CF es el resultado de un sofisticado sistema de construcción VCLS (Vertical Comfort and Lateral Stiffness) que ofrece altos valores de flexibilidad vertical y rigidez lateral. Su diámetro de 30,9 mm y el retroceso de 8 mm ayudan a transmitir la potencia en cualquier escenario. Tampoco son de carbono la horquilla ni las llantas. De ahí Canyon ha podido recortar algo el precio para poder ofrecer una bicicleta a un precio razonable sin pasarse de peso.
Este cuadro de aluminio da como resultado una bicicleta que no solo se puede manejar con mucha comodidad en carretera. Las fotos muestran como también es capaz de atravesar en terrenos mucho más complicados. En caminos de tierra, con barro y ramas, incluso en algunas zonas con trazados complejos, la bicicleta se defiende como si de una e-MTB (una bicicleta de montaña) se tratara.
A parte de la geometría y de los materiales utilizados para el cuadro, hay otro sistema que es también responsable de las cualidades de la Endurance:ON. Se trata del sistema eléctrico de asistencia: el motor y la batería. Ambos están alojados en el tubo diagonal inferior gracias a que Canyon recurrió a sus compatriotas de Fazua para integrar su sistema en la bicicleta.
En este caso se trata del nuevo Fazua Ride 60 desarrollado para ser lo más ligero posible. Cuenta con un motor eléctrico no extraíble de 250 W de potencia y 60 Nm de par que asisten hasta los 25 km/h, cumpliendo la normativa de los vehículos EPAC. Se alimenta de una batería de mediana capacidad, 430 Wh capaz de ofrecer hasta 90 kilómetros de autonomía, siempre dependido del peso del ciclista, la asistencia que demande, la orografía y la temperatura.
Fazua y Canyon han logrado que cuando se detiene el motor, porque se agota la batería o porque se pedalea por encima de los 25 km/h, la sensación para el ciclista sean las de una bicicleta convencional evitando todo tipo de resistencias al pedaleo por la existencia de engranajes internos que reducen la eficiencia.
Cuenta con un cambio trasero Shimano GRX RX812 GS de gran precisión y rapidez específicamente diseñado para transmisiones monoplato. Está formado por un plato de 48 dientes y cassette con piñones 11-42. Los frenos son los Shimano RT70 de accionamiento hidráulico y discos.
El motor pesa 1,94 kilogramos y la batería 2,3, colaborando a que el peso final de la bicicleta sea de tan solo 15,2 kilogramos. El cuadro se puede equipar con guardabarros y aunque no incluye ningún tipo de bastidor de carga, muchos proveedores diseñan accesorios para bicicletas que no los incluyen.