Si Dyson quisiera fabricar una bicicleta eléctrica que se adaptase a su estilo de diseño probablemente se fijaría en la propuesta del diseñador industrial alemán Philipp Seißler. La marca, que mantiene una posición referente en el diseño industrial moderno, aceptaría seguramente de buen grado la Dyson Urban Bike con su marco tubular de aluminio minimalista que reduce la longitud de la bicicleta y la limpieza de su sistema eléctrico escondido en la rueda trasera.
Además de sus famosos aspiradores ciclónicos que se han convertido en una referencia en el sector, hace ya una década que Dyson presentó sus ventiladores sin aspas, una tecnología revolucionaria que pone de relieve la capacidad de diseño de esta empresa británica. Su influencia no necesita presentación y su estilo, además de inspirar cambios sustanciales en el aspecto de muchos electrodomésticos también ha generado conceptos automovilísticos o, como en este caso, una bicicleta eléctrica.
Philipp Seißler, creador de la Dyson Urban Bike, recoge el diseño característico de Dyson para crear una bicicleta eléctrica compacta. Se basa en un cuadro de aluminio tubular cuyas proporciones recogen al ciclista en un espacio reducido sin por ello incomodar su manejo. El resultado es que su longitud es inferior a lo habitual lo que facilita su almacenamiento y también su maniobrabilidad.
El manillar y la pantalla de control mantienen el diseño minimalista del resto de la bicicleta.
Siguiendo el enfoque de diseño tubular, que recuerda a su inspiración Dyson, el diseñador ha incluido un manillar con un diámetro constante y una estética visualmente limpia, exento de protuberancias innecesarias, y del que tan solo sobresalen las dos manetas de los frenos delantero y trasero. En lugar de una pantalla situada sobre él, el diseñador ha aprovechado la parte alta de la tija del manillar para incluir una pequeña y redonda que muestra solo la información necesaria, muy acorde con el minimalismo del conjunto.
El sistema eléctrico que asiste al pedaleo del ciclista se encuentra integrado en la rueda trasera. Escondido en el buje y tras un gran anillo de color azul, el diseño recuerda a de la Copenhagen Wheel de Superpedestrian. Tanto el motor, como la batería, como la electrónica se encuentran alojados ahí, aunque, al tratarse de un vehículo conceptual, su autor no ha especificado ninguna de sus características técnicas. El conjunto se completa con la correa de transmisión que conecta los pedales con el sistema eléctrico.
El sistema eléctrico se encuentra totalmente oculto tras el anillo azul que rodea al buje de la rueda trasera.
También resulta muy original el sistema de recarga, heredado directamente de los aspiradores sin cable de Dyson. Un soporte montado en la pared sirve para colocar la bicicleta y también para recargar su batería en casa. Para recargar la batería en cualquier otro lugar, la luz led delantera es también un conector compatible con cualquier enchufe doméstico.
Además de cargarse mediante el soporte del que se cuelga para almacenarla, la Dyson Urban Bike cuenta con un conector escondido tras el faro delantero.
Por ahora Dyson no parece haberse interesado por el sector de las bicicletas eléctricas, pero, en su día, sí lo hizo por los coches eléctricos. De hecho, mantuvo durante dos años un proyecto de coche eléctrico en el que estuvieron trabajando 523 personas de manera intensiva, pero que no llegó a buen puerto, ya que fue detenido por la propia empresa en octubre de 2019. Su precio de venta, le impedían competir en un mercado en el que según James Dyson los fabricantes venden con pérdidas para reducir las emisiones de CO2 de su flota.