Las bicicletas gravel se están convirtiendo en una modalidad que crece cada día, y en las que la electrificación ofrece un extra de libertad que permite a los ciclistas explorar territorios hasta ahora inalcanzables. La Merida eSILEX es la versión electrificada del modelo de mayor éxito en esta categoría del fabricante taiwanés, que distribuye sus modelos por todo el mundo. Ha sido concebida para ser una compañera de ruta prescindiendo de la asistencia al pedaleo cuando no es necesaria, pero que ofrezca esa posibilidad cuando el terreno se complica.
Las bicicletas gravel existen desde hace mucho tiempo, pero la electrificación está haciendo de ellas una opción cada vez más tenida en cuenta por los ciclistas. Su capacidad de diversificar los terrenos que recorre se ve aumentada con la presencia de un motor eléctrico de apoyo que permite disfrutar de ellas durante más tiempo o disponer de una ayuda extra cuando se carga con alforjas o bolsas de viajes en las travesías.
La Merida eSilex encaja en este planteamiento porque está pensada para ser equipada con todo lo necesario para convertirse en una gran compañera de viaje. El cuadro de aluminio Prolite 66 hidroformado de triple conificado ofrece una geometría que la sitúa claramente en el sector de las bicicletas gravel. El tubo de la dirección, de 1,5 pulgadas de grueso rigidiza la parte delantera ofreciendo un extra de seguridad en el manejo. La horquilla está fabricada en carbono y su perfil mejora la estabilidad y la resistencia. Además incluye un manillar curvo que permite controlar mejor la bicicleta en las bajadas y descensos.
La carga de la batería, no extraíble se realiza mediante un conector situado sobre el buje del pedalier.
La forma se combina con las ruedas gruesas con tacos, que muestran claramente su carácter. La oferta pone a disponibilidad de sus clientes dos versiones, una con ruedas de 700c (neumáticos 32 mm de ancho), más rápida, y otra de 650B (con 40 mm de ancho), más resistente y en la que es posible llegar a poner neumáticos de hasta 47 mm de ancho.
Todo el cableado corre por el interior de los tubos del cuadro. Un sistema denominado Wire Port, patentado por la marca y estrenado este mismo año, los enruta todos por la parte superior del tubo de la dirección. Además de protegerlos de los golpes y del deterioro de la intemperie, la estética de la bicicleta también se beneficia, eliminándolos de la vista.
Motor eléctrico Mahle ebikemotion X35+ de la Merida eSILEX.
Como debe ocurrir en cualquier bicicleta gravel que se precie, el cuadro está repleto de roscas y sujeciones portabultos, tanto en los tubos como en la horquilla y también es posible montar, de manera opcional, guardabarros completos en ambas ruedas.
El motor eléctrico se sitúa en el buje de la rueda trasera. Se trata de un Mahle ebikemotion X35+ que únicamente se pone en marcha cuando se pedalea, como exige la normativa EPAC, hasta los 25 km/h. Al par motor que ofrece a su salida que es de 40 Nm se une su escasa resistencia al pedaleo, prácticamente sin arrastre (especialmente importante cuando el motor está desconectado o cuando se pedalea por encima de límite de asistencia).
El iWoc es un interruptor que, además de encender y apagar el sistema, cambia el modo de asistencia e informa mediante colores de cual se ha seleccionado y del nivel de la batería.
La idea que Merida tiene para esta bicicleta es que no siempre esté en marcha el sistema de asistencia, sino que tan solo se utilice cuando sea necesario, ya que su peso y sus características permiten que pedalear sin ayuda sea muy cómodo. El software incluido permite que cada ciclista ajuste los modos de pedaleo pudiendo elegir que su comportamiento sea recreacional o deportivo.
La batería que lo alimenta, de 250 Wh, está integrada en el tubo diagonal, es decir, no es extraíble, por lo que para su recarga es necesario llevar toda la bicicleta cerca de un enchufe doméstico. Además es posible adquirir una segunda batería extensora de la autonomía que suma otros 250 Wh y que se monta en uno de los dos portabotellas. Sobre el tubo horizontal superior se sitúa el interruptor de encendido y apagado del sistema (iWoc) que también sirve para cambiar de modo informando de su estado mediante un anillo led de colores que rodea el botón, y que además informa sobre el nivel de la batería.
Las dos versiones de la bicicleta: Merida eSILEX 400 eSILEX+ 600.
La gama de la Merida eSilex está formada por la eSILEX 400 (3.199 euros) y la eSILEX+ 600 (2.999 euros). Entre los dos hay algunas diferencias, además del color, Anthracite en el primer caso y Orange en el segundo. De una a otra versión cambian ligeramente algunos componentes, como el sistema de frenos delanteros y traseros, Shimano en cualquier caso, el cambio (Shimano GRX400 y Shimano GRX812 respectivamente) y el cassette. También cambian los neumáticos que pasan de ser unos Maxxis Rambles en la versión más barata a unos Continental en la más cara.