El Día de los Inocentes de 2016, Google subió un video de una bicicleta autónoma deambulando por las concurridas calles de una ciudad de los Países Bajos. Dos días después de que la publicación se volviera viral, Google aclaró que en realidad todo era el resultado de un gran trabajo de edición de vídeo. Cinco años después, Zhi Hui Jun, un ingeniero y vlogger de Beijing, con más de 800.000 seguidores, ha hecho realidad esta broma.
Cuatro han sido los meses que ha dedicado este estudiante chino a este proyecto cuyo resultado es una bicicleta eléctrica que es capaz de circular de manera autónoma y autoequilibrarse sin necesidad de que un ciclista se siente sobre ella. Zhi Hui Jun ha diseñado un complejo sistema de control automático para que la bicicleta sea capaz de funcionar de la misma manera en cualquier situación real que se pueda encontrar.
La bicicleta eléctrica es capaz de detectar obstáculos y esquivarlos.
La bicicleta eléctrica, cuyo aspecto la delata claramente como un prototipo único creado para hacer pruebas, es capaz de moverse y circular independientemente de que sobre ella se sitúe o no un ciclista, ya que será capaz de gestionar el equilibrio sea cual sea el peso y la distribución de este sobre ella. Consta de un hardware compuesto por varios sensores, acelerómetros y cámaras que aportan datos a un chip con suficiente potencia informática para correr un software que consta de varios algoritmos de percepción y control programados específicamente para esta bicicleta eléctrica.
Renderizado por ordenador de la bicicleta eléctrica y autónoma de Zhi Hui Jun.
Según se revela en el modelo CAD renderizado, la bicicleta autónoma de Zhi Hui Jun está equipada con dos motores eléctricos que se emplean para impulsar la bicicleta y para mantener el equilibrio y otro más pequeño que se encarga de gestionar el sistema de dirección. Para conocer en que entorno se mueve, cuenta con una cámara de profundidad RGBD, un acelerómetro, un giroscopio y un LiDAR. Toda esta instrumentación sirve para detectar objetos estáticos, objetos móviles y también peatones. Zhihui Jun utilizó una impresora 3D para obtener loe elementos de hardware necesarios para situar todos estos componentes en la bicicleta.
De recoger todos los datos, tratarlos para dar respuesta a los estímulos externos y mover y equilibrar la bicicleta , se encarga un módulo de computación de control principal montado detrás del asiento.
Renderizado por ordenador de la bicicleta eléctrica y autónoma de Zhi Hui Jun.
La alimentación de todo el sistema es responsabilidad de una batería de litio situada en la parte posterior de la barra inclinada, con la que se alcanza un tiempo de funcionamiento de entre dos y tres horas. Entre las utilidades que su creador encuentra para ella, está la del reparto de paquetes de forma autónoma en las ciudades ya que no solo sería capaz de detectar los obstáculos y esquivarlos sino que también podría evitar los atascos, lo que reduciría de manera importante los tiempos de entrega. Todo ello acompañado por un sistema eléctrico que hace su trabajo completamente en silencio y sin emitir contaminación a la atmósfera.
Más allá de la utilidad que pueda llegar a tener, que puede ser muy apreciado para aquellos que nunca aprendieron a montar en bici, el logro de que una bicicleta sea capaz de moverse y autoequilibrarse demuestra las posibilidades que la tecnología ofrece para crear vehículos autónomos.