Uno de los inconvenientes más habituales de las bicicletas urbanas es la aparatosidad de estos vehículos cuando hay que maniobrar con ellos en espacios reducidos o introducirlos en otros medios de transporte. El recurso de hacerlas plegables, si bien reduce el espacio necesario, trae consigo un aumento del peso. Si este problema ya lo tenían las convencionales, las bicicletas eléctricas aportan además el extra de su sistema de asistencia. Todos estos inconvenientes los resuelve de un "plumazo" la bicicleta eléctrica plegable Hummingbird Flax fabricada a partir de fibras vegetales y cuyo peso es de tan solo 10 kilogramos.
La primera pregunta que surge cuando se ve esta bicicleta eléctrica es si se trata de un prototipo experimental o si realmente se puede adquirir de alguna forma y utilizarla regularmente. La buena noticia es que no es un proyecto de microfinanciación, sino un producto ya a la venta a través de la página web de Hummingbird en la que, con un diseño similar, se pueden encontrar varios modelos con especificaciones diferentes en cuanto a electrificación, transmisión y materiales de fabricación.
El fabricante de la bicicleta eléctrica plegable Flax asegura que es la más liviana del mundo como resultado del novedoso diseño de su cuadro. Está fabricado a base de fibra de lino que la convierte en una bicicleta ultraligera y ultrarresistente. La fibra vegetal ha visto crecer su interés en la industria como una opción todavía más ligera que la fibra de carbono. Dado que las bicicletas eléctricas de fibra de carbono son cada vez más abundantes, el hecho de que Flax esté fabricada en fibra de lino es la gran aportación y lo que la distingue del resto.
Para no complicar la arquitectura del cuadro, y por su uso habitual en ciudad, Flax cuenta con un motor eléctrico de buje trasero de 250 W de potencia, el límite que exige la normativa europea para que pueda ser considerada un vehículo EPAC. Si bien la posición del motor puede considerarse la habitual en este tipo de bicicletas no lo es tanto la de la batería. De hecho el gran tamaño del motor que se advierte en las imágenes indica que la batería va integrada en la misma carcasa que este. Incluir el motor, el controlador, las baterías y el resto del hardware necesario en un único elemento ayuda a liberar el diseño de la arquitectura del cuadro, que en este caso es fundamental para lograr el objetivo de la ligereza. También implica que prácticamente todo el peso se traslada a la parte trasera, lo que hay que tener en cuenta a la hora de manejarla.
El reducido espacio que ofrece esta carcasas obliga a que la capacidad de la batería sea bastante escasa. En este caso 158 Wh que, según el fabricante, dan para recorrer en modo asistido unos 50 kilómetros. Lo bueno de un conjunto tan ligero es que cuando se acaba la batería, seguir pedaleando no supone demasiado esfuerzo para el ciclista. Por otro lado la no presencia de un acelerador y la velocidad de asistencia máxima de 25 km/h la hacen totalmente legal en Europa. Cuenta con una transmisión de una sola velocidad que se realiza a través de una correa que parece ser de caucho (aunque algunas imágenes muestran una transmisión por cadena convencional que no modifica el número de marchas disponibles).
El precio de Hummingbird Flax no es especialmente económico, probablemente por lo excepcional del material de su cuadro y por el uso además de otros materiales de alto coste como la tija del sillín de fibra de carbono con herrajes de titanio. Está a la venta en Reino Unido, a través de su página web, a partir de 4.995 libras esterlinas (unos 5.920 euros al cambio actual). Para la Unión Europea (y el resto del mundo), la bicicleta tiene un precio de 4.162,5 libras (4.930 euros).