Brompton ha presentado la P Line Electric, una bicicleta eléctrica plegable que toma prestada la tecnología de sus dos hermanas convencionales, la P Line y la T Line. El fabricante británico asegura que este nuevo modelo es la bicicleta eléctrica plegable más liviana y compacta del mercado. "La Brompton brinda libertad a otro nivel y hace que moverse por la ciudad sea lo más fácil y divertido posible". El fabricante asegura que las bicicletas eléctricas son una excelente manera de atraer a la mayoría de personas que no se ajustan a la idea de lo que es un ciclista.
Will Butler-Adams, director ejecutivo de Brompton, dice que las bicicletas eléctricas constituirán la mayoría de las bicicletas en el futuro. También asegura que desempeñarán un papel importante para hacer que el ciclismo sea accesible a más personas, permitiéndoles viajar distancias mayores y hacer viajes en bicicleta que sino no se atreverían. El objetivo principal de Brompton no es vender bicicletas a los ciclistas.
Butler-Adams dice que los 'ciclistas' son una minoría, especialmente más allá del norte de Europa. La oportunidad de negocio para Brompton está en las bicicletas eléctricas porque atraen a una gran cantidad de personas que no se ajustan a la idea preconcebida de lo que es un ciclista, particularmente en lo que respecta a la capacidad de realizar esfuerzos a y la imagen. "Para mucha gente, existe el miedo a la forma física. Cada imagen que ves en la televisión de un ciclista es alguien súper delgado y la gente piensa que no es para ellos", asegura Adams. "Lo bueno de la bicicleta eléctrica es que para cualquiera que sepa montar, aunque lleve sin hacerlo mucho tiempo, esa intimidación se l desvanece", añade.
Pasando ya a la configuración técnica de la Brompton P Line Electric es importante resaltar que su motor eléctrico, situado en el buje de la rueda delantera ha sido desarrollado en colaboración con Williams Advanced Engineering.
El sistema de motor completo es una versión refinada del motor utilizado en la versión de la el Brompton Electric anterior y funciona prácticamente como si fuese un kit de conversión. El motor de buje compacto montado en la ruda delantera entrega una potencia de 250 vatios y se alimenta de una batería extraíble que se coloca en una bolsa que se sujeta al manillar. Un sensor de par montado en el eje del pedalier le indica al sistema cuando debe arrancar y asistir al pedaleo del ciclista.
El paquete de baterías se guarda en una bolsa, que viene con un bolsillo delantero y una correa para el hombro. Incluye un sistema de control con un botón de encendido y apagado, y un selector para elegir una de las tres configuraciones que brinda el sistema de asistencia. También se pueden encender las luces integradas de la bicicleta que se alimentan también de la batería. Pueden configurarse en modo automático para que se enciendan cuando la bicicleta empieza a moverse.
La bicicleta cuenta con conexión Bluetooth y puede emparejarse con una aplicación instalada en el teléfono que a su vez puede colocarse en un soporte montado en el manillar, que reemplaza la botonera de la batería.
A pesar del potencial que tienen las bicicletas eléctricas para facilitar el acceso al ciclismo más allá de las ideas preconcebidas de lo que es un ciclista, tienen uno de sus hándicaps en ser habitualmente vehículos grandes y pesados. Muchas tienen un peso de más de 20 kilogramos y precisan de un espacio bastante grande para guardarlas. Si además el desplazamiento incluye otros medios de transporte como trenes o autobuses el viaje se complica.
La P Line Electric soluciona este problema heredando las características de diseño desarrolladas para las Brompton P Line y T Line no asistidas. Al igual que estas, tiene un cuadro trasero de titanio que mantiene el peso reducido y está equipada con componentes livianos. El sistema de plegado es el habitual de Brompton, en "menos de 20 segundos", con una tija de doble bloqueo que le permite conducir la bicicleta plegada empujando desde el sillín. También hay disponible el portabicicletas 'Roller Rack' de Brompton que facilita su remolque y el desplazamiento de la bicicleta plegada.
La transmisión de cuatro velocidades integrada es también liviana, lo que ayuda a la P Line Electric a detener la balanza en un peso de 12,7 kilogramos sin batería o de 15,6 kilogramos con ella, que lógicamente, es superior al de las Brompton no asistidas. De ahí la idea de introducir el sistema eléctrico como un kit. El peso de la Brompton P Line Electric es una compensación para quienes quieren o se beneficiarían de la asistencia del motor. Por el contrario, hay quien considera que vale la pena la falta de asistencia en un Brompton no motorizada ya que significa que su bicicleta es más liviana y más fácil de cargar.
La Brompton P Line Electric está disponible en dos versiones que se distinguen por el sistema que empelan para desplazarlas una vez plegadas. El primero lleva las ruedas de rodillos estándar de Brompton mientras que el segundo incluye el 'Roller Rack'. La Brompton P Line sin el Roller Rack cuesta 4.195 euros y la Brompton P Line con Roller Rack cuesta 4.290 euros. En ambos casos están disponibles los colores Storm Grey o Midnight Black, con manillar medio o alto para adaptarse a ciclistas de diferentes alturas.