La bicicleta eléctrica Buddy X1, desarrollada por la empresa noruega Buddy Electric con la colaboración del estudio de diseño Eker Design presume de una alta calidad de fabricación en todos sus componentes y en una selección de materiales altamente sostenibles. Para el cuadro de carbono se ha empleado la tecnología del especialista alemán V Frames y todos y cada uno de sus mecanismos se han diseñado para contribuir a ofrecer altas prestaciones a sus propietarios y un mantenimiento prácticamente nulo.
El cuadro está fabricado en Alemania a base de compuestos de carbono 100 % reciclables con la tecnología de moldeo por inyección de V Frames que emplea unos procesos que consumen muy poca energía. Las fibras recicladas que se utilizan para la producción de cada nuevo cuadro Buddy X1 proceden de la industria automotriz. La bicicleta completa es ensamblada por Ebike Advanced en Økern, Alemania.
También se ha introducido en la fabricación un sistema de retorno de los depósitos. La huella medioambiental medida en emisiones de CO2 se reduce en un 68 % en comparación con la producción de un cuadro de aluminio convencional. Se estima que el tiempo de producción de un cuadro es de 100 segundos gracias a los procesos altamente automatizados de la planta de V Frames.
El resultado es una estructura continua en la que no aparecen costuras, lo que permite un diseño muy confortable y diferenciador. En este aspecto ha sido fundamental la cooperación de Eker Design. El cuadro es fácilmente adaptable a varias interfaces de motor, lo que permitirá que esté disponible con varias configuraciones de motor y transmisión (Bosch, Bafang y otros). Una de ellas permitirá el empleo de una correa de carbono Gates Carbon con cubos y engranajes internos Rohloff o Kindernay. Esta configuración, la más alta que existe, incluirá una transmisión de una sola velocidad combinado con un motor eléctrico de gama alta Sachs RS capaz de proporcionar 112 Nm de par motor.
Existirán otras opciones de transmisión con engranajes internos German Rohloff o Norwegian Kindernay que aseguran una larga vida útil y un mantenimiento mínimo. Otra opción disponible será un cambio convencional con desviador Shimano Deore XT, la misma serie que se emplea para los frenos cerámicos de disco con pinzas de cuatro pistones.
La batería estará firmada por la compañía alemana BMZ y tendrá una capacidad de 650 Wh en la opción más grande. También habrá una opción más pequeña de montar una batería Bafang de 450 Wh.
Todos los engranajes internos que forman el corazón de la X1, incluida la correa de carbono que transmite la fuerza del giro de los pedales a la rueda trasera, están diseñados y desarrollados para evitar al máximo la necesidad de mantenimiento de la bicicleta sean cuales sean las condiciones en las que se mueva. Los neumáticos German Sandmann hechos a mano estarán montados sobre llantas zipper de 29" de Norwegian reTyre aunque durante la configuración será posible que el cliente elija otras más adecuadas a sus necesidades.
La bicicleta no cuenta con los clásicos sistemas de suspensión formados por una horquilla en la rueda delantera y un amortiguador con un basculante en la trasera. En cambio cuenta con la posibilidad de incluir amortiguación en el sillín y en el manillar, para hacer más confortable la marcha al ciclista.
El triángulo formado por la barra superior que se extiendo por el tirante que sujeta la rueda trasera, la barra inclinada y las vainas que unen el pedalier con el buje trasero cuenta con una tecnología reflectante que se ilumina advirtiendo de la presencia de la bicicleta y haciéndola claramente visible en el tráfico.
Las primeras unidades de la Buddy X1 podrían salir de la fábrica de Økern a finales del verano, aunque la compañía no se compromete a dar una fecha concreta por los imprevistos que puedan surgir. Las primeras 200 ejemplares tendrán un precio que se moverá en la horquilla de las 49.000 y las 69.000 coronas noruegas (4.700-6.650 euros), dependiendo de la configuración elegida.
