El fabricante belga de bicicletas eléctricas Cowboy ha compartido los resultados de un estudio realizado partiendo de los datos que sus clientes han cedido a través de la aplicación móvil que se conecta a sus bicicletas. Entre otros beneficios paralelos a los relativos al transporte, pedalear en una bicicleta eléctrica ofrece beneficios similares para la salud que hacerlo en una bicicleta convencional sin asistencia. Muchas personas piensan que al incorporar un motor eléctrico estas bicicletas no obliga al ciclista a realizar ningún esfuerzo, a pesar de que muchos estudios ya han demostrado lo contrario. Ahora Cowboy lo ha ratificado con datos reales.
Las bicicletas eléctricas que se venden en Europa y en otros lugares del mundo con una normativa similar obligan a que estas tengan una potencia máxima en su motor de 250 W, que solo asistan al pedaleo del ciclista cuando circula a menos de 25 km/h y a que no puedan implementar un acelerador que permita poner en marcha la asistencia sin pedalear.
Esta última característica es básica para entender los resultados que ofrece Cowboy en su estudio. Muchos de los que emplean una de ellas las utilizan como sustitutas de vehículo particular o del transporte público. En muchas ocasiones una bicicleta eléctrica puede moverse a la misma velocidad media que un automóvil en los recorridos urbanos. El empleo de carriles preferentes y su facilidad para cambiar itinerarios les permiten llegar incluso antes que el transporte público.
Algunos estudios indican incluso que las bicicletas eléctricas proporcionan mayor ejercicio físico puesto que las empelan cada vez más ciclistas, durante más tiempo y en más ocasiones que las convencionales. Este hecho es el que demuestra precisamente el estudio de Cowboy. Tanguy Goretti, fundador y CTO de la marca belga explicó los detalles y las conclusiones de este informe. La aplicación móvil que se conecta a la bicicleta, recoge sus datos de uso y los envía de forma anónima a Cowboy demuestra que los ciclistas recorren más kilómetros con ellas que con las convencionales. En concreto, el incremento es de un 8 % más en la distancia recorrida y en un 15 % en el tiempo de uso.
Concretando las cifras, esto significa que sus bicicletas realizan un promedio de nueve viajes por semana de 4,5 kilómetros cada uno. Estas cifras se corresponden casi en su totalidad a recorridos urbanos, que son para los que las bicicletas eléctricas de Cowboy han sido diseñadas. Las que habitualmente se emplean para el ocio o el deporte realizan recorridos más largos, pero son ocasionales, una o dos veces por semana. Las de Cowboy reciben un uso diario, en viajes más cortos y en el interior de zonas densamente pobladas.
El hecho de que las bicicletas eléctricas de Cowboy carezcan de acelerador, es decir que obliguen a pedalear para recibir asistencia, hace que los 40,5 kilómetros que recorren de media cada semana supongan aproximadamente 650 calorías. Según la compañía eso equivale a 90 minutos de carrera moderadamente intensa cada semana. Mientras que correr una hora y media puede resultar un ejercicio molesto y difícil, realizarlo aprovechando los desplazamientos diarios parece mucho más propicio (y divertido).
Las mediciones realizadas a los ciclistas incluyen el consumo máximo de oxígeno, la presión arterial, el índice de masa corporal y carga de trabajo ergonométrica máxima. Tras un mes, las diferencias entre los ciclistas que usan bicicletas convencionales y los que usan eléctricas han sido de tan solo un 2 %.