Bajo el nombre de Gnarly Bikes, el diseñador Erik Habermann ha presentado a través de su página web en Facebook, la versión definitiva de su bicicleta eléctrica de descenso que parece llegada directamente del futuro. La forma y el diseño de la Gnarly E-DH están marcados por la eliminación de la barra vertical del cuadro. El amortiguador trasero, casi horizontal y un cuadro en el que se esconden los componentes del tren motriz eléctrico, el cableado y las palancas, ofrecen la imagen de una bicicleta eléctrica que parece completamente irreal.
Hace un año, Gnarly Bikes presentó los primeros prototipos de una bicicleta eléctrica de descenso cuyo diseño integraba todos los componentes en un cuadro que se presentaba limpio de cables y palancas. Erik Habermann, ex diseñador de Volkswagen y de la empresa de bicicletas Canyon, es el responsable del diseño. Tras varios meses de prototipos y pruebas reales, el resultado es una bicicleta eléctrica de descenso espectacular, que nada tiene que ver con lo que ofrece el mercado en este momento.
Las fotos de la Gnarly E-DH hablan por sí mismas. Hasta parece complicado adivinar donde están el motor y donde las baterías. Cables, manetas, y controles se disimulaban entre los tubos del cuadro, tal y como se intuía en el concept inicial. Una luz led blanca en el tubo inclinado indica la carga de la batería. En el manillar las manetas de frenos se han sustituido por dos anillos mientras que el cambio táctil y la potencia del motor se regulan a través de un mando iluminado situado en cada una de las empuñaduras e identificado con una tira led.
Motor eléctrico y batería de la bicicleta eléctrica Gnarly Bikes. Foto: Facebook.
A primera vista es la ausencia de tubo vertical que une el sillín con el pedalier, una solución que ya habíamos podido ver en la Gogoro Eeyo. En una bicicleta de descenso el amortiguador trasero y el diseño del basculante marcan su geometría, marcando los ángulos que distinguen sus cualidades para el downhill. En este caso, este conjunto está totalmente disimulado en la estructura del cuadro. Si bien inicialmente iba a colocado dentro del tubo horizontal que parte del manillar y llega hasta el sillín, el amortiguador y el muelle finalmente se ha situado fuera de este. Esta decisión facilita su mantenimiento, el ajuste y, cuando sea necesaria, su sustitución. De él parte el basculante que llega hasta el buje de la rueda trasera. Una bisagra embebida en la parte baja del cuadro, que solo puede verse desde arriba, permite el movimiento de toda la estructura trasera del cuadro para absorber las irregularidades del terreno.
Como mandan los cánones, la bicicleta también dispone de horquillas de suspensión delantera y un manillar largo que ofrece una posición agresiva, y permite sacar los codos para atacar las zonas de mayor pendiente. El sillín, en el que el ciclista nunca se sentará a pedalear, ofrece la libertad de movimiento que permite que la bicicleta se equilibre y se controle fácilmente. Por último, en el tubo inclinado se sitúa una batería que alimenta el motor eléctrico embebido en una carcasa disimulada tras el buje del pedalier. La transmisión por correa asegura un mínimo mantenimiento y una fácil limpieza para este componente.
Manillar y amortiguador trasero de la bicicleta eléctrica Gnarly Bikes. Foto: Facebook.
Por ahora, la única información que existe sobre esta bicicleta son las fotografías y los comentarios que Erik Habermann ha publicado en Facebook, por lo que se desconoce si existen previsiones de fabricarla y llevarla al mercado.