Hace un año y medio, Skarper presentaba su propuesta de kit de conversión a bicicleta eléctrica, una tecnología con un enfoque en cierto modo distinto al de la competencia y con el que han conseguido convencer a los usuarios de la bici. Primero se ganaron la confianza del exciclista y campeón olímpico Chris Hoy, actualmente piloto de carreras, quien ha llevado a esta empresa hasta las puertas de la vigente escudería campeona del Mundial de Fórmula 1, Red Bull.
La asociación entre Skarper y el equipo de la categoría reina del automovilismo permitirá poner en marcha una serie de mejoras para hacer que el kit de conversión a ebike sea más eficiente y ligero que la evolución actual.
Muchos son los que siguen esperando a hacerse con uno, pero todavía queda que los ingenieros de Red Bull metan mano al dispositivo, para lanzarlo en unos pocos meses con las mejoras buscadas. Ante ellos, lo que tienen es un módulo que permite la conversión de cualquier bicicleta convencional en apenas unos minutos, sin necesidad de hacer cambios importantes en la estructura de la bici. De hecho, es tan poco intrusivo en la estructura, que se retira en unos segundos.
Lo interesante del dispositivo de Skarper es que se configura como un rotor con doble objetivo. Por un lado, actúa como freno trasero y, por el otro, puede apoyar al pedaleo, lo que convierte a cualquier bicicleta en una ebike de tipo pedelec, que son las únicas autorizadas para circular por Europa sin consideración de vehículo a motor. Es decir, que nada de gatillos ni de impulsar a la bicicleta sin necesidad de pedalear.
Contar con esta utilidad sólo requiere cambiar el disco de freno normal por el rotor DiskDrive, que también, como hemos dicho, puede funcionar como freno convencional, colocar un sensor inalámbrico sobre la biela de uno de los pedales e instalar un soporte sobre una de las vainas traseras para ajustar el dispositivo de asistencia, que incluye la batería. No hay cables de por medio ni complicadas modificaciones que luego sean difíciles de retirar.
En la competencia, podemos encontrar kits de conversión muy útiles, pero también más complicados de instalar y de desinstalar, lo que no termina de convencer entre los ciclistas. Hablamos de motores eléctricos que se tienen que ajustar al eje del pedalier o en el buje de la rueda o, incluso, de ruedas que llevan todo el sistema integrado y sustituyen a la cubierta original. Por no decir que la batería tiene que ir colocada en otro lugar y conectada mediante un cable al motor.
Otra opción son los que conectan directamente con el neumático y transmiten la energía, pero no son tan eficientes ni tan acertados como la tecnología de Skarper, que ha conseguido un dispositivo que pesa tan sólo 3,5 kilos, incluido el disco de freno especial que hay que colocar. Tras el trabajo de Red Bull debería ser aún más pequeño y liviano.
Lo que conseguimos es una autonomía de hasta 60 kilómetros por carga de su batería de 202 Wh, una potencia de 250 vatios y un par motor de 50 Nm. Para ajustarse a la normativa europea, deja de asistir al pedaleo cuando se alcanza una velocidad de 25 kilómetros/hora, que en el caso de Estados Unidos se fija en 32 kilómetros/hora.
La carga de la batería y los modos de asistencia disponibles, que son tres (Eco, Estándar y Turbo), se pueden ver en el propio módulo del dispositivo y también estarán disponibles en los dispositivos móviles gracias a una app que está preparando Skarper de cara al lanzamiento.
La puesta a la venta oficial no se espera hasta la segunda mitad de este año 2024 y el precio estimado está en torno a los 1.160 euros, que es bastante menos de lo que cuesta hacerse con una ebike ya montada.