A veces creemos que ciertos elementos de nuestras bicicletas están ahí, sin más, y que no tenemos más que conectar el motor y ponernos a rodar. Las baterías de las bicicletas eléctricas parecen que no requieren ningún tipo de mantenimiento y, en realidad, es así. Pero sí que podemos realizar una serie de acciones o cuidados que hagan que la duración de las mismas se alargue en el tiempo (incrementar los ciclos de carga).
Y es que hay componentes o elementos dentro del grupo motriz en una bicicleta eléctrica que, de una manera u otra, son reparables. Sin embargo, cuando una batería se estropea, hay que sustituirla y, hay que reconocer que baratas no son. Es cierto que muchos fabricantes se están haciendo cargo de las sustituciones incluso fuera de garantía (imagen de marca) pero no están obligados a ello.
A día de hoy, la mayoría de las bicicletas eléctricas utilizan baterías de iones de litio gracias a que poseen una alta densidad de energía, siendo ligeras y eficientes pero no son indestrutibles, así que es mejor taner unas ciertas pautas de funcionamiento y mantenimiento como las que a continuación detallamos:
5 recomendaciones útiles para el cuidado de las baterías
Podríamos extender el número de las recomendaciones ‘hasta el infinito y más allá’ pero creemos que en estas 5 recomendaciones hemos condensado lo más destacable que podemos hacer y que de esa manera aseguremos, en la mayor medida posible, el correcto funcionamiento y, sobre todo, la durabilidad de nuestras baterías:
1.La primera recomendación que hacemos es leer detenidamente las indicaciones de seguridad que los fabricantes incluyen en el manual de instrucciones de las bicicletas eléctricas para hacer un uso adecuado de las baterías. En general somos muy de no leer absolutamente nada y luego hacernos preguntas sobre cómo funcionan las cosas.
Por cierto, si la bicicleta eléctrica en cuestión es nueva, lo primero que deberíamos hacer antes de salir a rodar por primera vez es cargarla al 100 %.
2.El control de la temperatura es fundamental. Para eso, lo dicho en el primer punto es vital: conocer los rangos de temperatura del óptimo funcionamiento de la batería algo que en el manual de instrucciones ha de venir reflejado.
No obstante, hay que evitar dejar la batería expuesta al sol durante tiempos prolongados, ya que las altas temperaturas y las fuentes de calor pueden provocar serios daños en las baterías, especialmente durante los meses de verano. También es conveniente usar siempre baterías y cargadores originales y homologados.
Y en invierno, siempre que sea posible, es fundamental que guardemos nuestra eBike en un lugar con una temperatura moderada y no en la calle (al menos durante largos períodos de tiempo).
En cuanto al funcionamiento, la temperatura ideal de uso de una bicicleta eléctrica se estima entre 5 ° C y 30 ° C. Esto no significa que no podamos utilizar una bicicleta fuera de ese rango: simplemente que la duración de la batería será algo menor si nos movemos en pleno verano o en el más frío invierno.
Todas las cifras vertidas en este apartado dependerán de cada fabricante. Pero en lo que coinciden todos es en que es imprescindible que, si no vamos a usar la bicicleta en un período largo de tiempo, no dejarla ni cargada a tope ni con poca carga. Como decíamos, esa cifra variará de un fabricante a otro, con rangos de entre el 30 y el 70 % de carga. También se recomienda, en caso de que sea extraíble (lógicamente), desmontarla de nuestra bicicleta si prevemos no usarla en largos períodos de tiempo.
3.La vida de una batería se mide por ciclos de carga, es decir, cuántas cargas completas admite hasta que su rendimiento comienza a decaer: esto es como todo, depende del fabricante pero, como norma, se estima entre 500-800 ciclos cuando el rendimiento decae, disminuyendo la capacidad en un 10-20%. Es bueno que no realicemos cargas innecesarias y que usemos la batería en casi su totalidad. Aunque, ojo, nunca hay que descargarla por completo, y eso que a día de hoy las baterías poseen sistemas de protección. Una recomendación sería no bajar nunca del 20 % de su capacidad.
Por otra parte, se recomienda, de vez en cuando, hacer cargas parciales, es decir, que cuando la recarguemos no lleguemos al 100 %. Esto mejora, según los fabricantes, el rendimiento. También es bueno no cargar inmediatamente la batería tras usar la bicicleta, para que de esa manera la células de la misma se adapten al nuevo cometido.
Las cifras referentes a los ciclos de carga y su rendimiento tras completarlos no solo dependen de cada fabricante sino de cómo utilicemos nuestra batería, por eso es importante seguir las recomendaciones que damos.
4.Hay que revisar periódicamente el estado de la batería, especialmente en el caso de sufrir una caída con la bicicleta. Es muy importante comprobar que la batería no está dañada antes de ponerla a cargar. Si la batería se calienta en exceso o se hincha conviene desecharla inmediatamente y sustituirla por una nueva, ya que es un claro indicativo de que algo no va bien.
5.Es muy recomendable desenchufar la batería cuando esté completamente cargada (no dejar cargando la batería toda la noche o de forma desatendida durante el día). Es verdad que tanto el cargador como la propia batería están diseñados para cortar el suministro cuando la carga se completa, no sea que llegue a calentarse en exceso (e incluso recibir algún tipo de sobrecarga). Si nuestra batería es extraíble, conviene desmontarla de vez en cuando y revisar el estado de las conexiones.
Conclusión
Vemos que no estamos hablando de cosas imposibles de realizar: basta con acostumbrarse a seguir unas pautas de actuación, algo que simplemente tendremos que pensar los dos primeros días porque al tercero será una buena costumbre. Son acciones muy fáciles de realizar y que con poco esfuerzo acabaremos interiorizando. Y es que el buen mantenimiento de nuestra bicicleta eléctrica también puede convertirse en una parte más de la afición que tenemos por el ciclismo y, de paso, ahorrarnos unos euros.
Al comprar una eBike, tenemos que asegurarnos de que la batería está certificada. Hay que tener mucho cuidado en este aspecto, y más con la cantidad de opciones existentes en páginas web que ofrecen bicicletas eléctricas a precios irrisorios. Dicha certificación la podemos (o deberíamos) ver en el etiquetado de la batería. Pero como eso es imposible a la hora de comprar online, tenemos que obtener toda la información posible directamente del fabricante de la bicicleta.