Todo parece indicar que, finalmente, no veremos a corto plazo una bici flotante en el mercado. La empresa que presentó en 2021 un curioso prototipo de medio de transporte volador, se ha declarado en bancarrota. De origen japonés, la matriz de esta startup cotizaba en el Nasdaq americano, evidenciándose un deterioro continuado de la empresa en términos financieros desde hace un tiempo. ¿Qué ha podido ocurrir y por qué se trata de un concepto que no ha gozado de interés suficiente por parte de los inversores?
La bici flotante de A.L.I Technologies termina en pesadilla para los inversores
Apostar por un prototipo revolucionario puede ser muy arriesgado. La compañía, cuya denominación completa es AERWINS Technologies Inc ($AWIN), echó a andar con una capitalización bursátil próxima a los 80 millones de dólares. Poco tiempo después, sin embargo, se evidenció que la empresa podría pasar por grandes dificultades los siguientes años. Ahora, tras haber perdido más del 98% del volumen inicial de cotización, acaba de declararse en bancarrota ante sus inversores.
La ruinosa gestión se evidenció tras la fusión llevada a cabo con otra empresa del mercado provocó que los grandes inversores de la compañía decidiesen canjear sus acciones, produciéndose una caída de hasta un 90% de su valor en tan solo un mes. Tras esta operación, los costes operativos de I+D superaban en tres veces a los ingresos que era capaz de generar la compañía. Hasta el día de ayer se pudo ver un continuo goteo en el precio de la acción, lo cual presagiaba lo que, finalmente, ha terminado ocurriendo.
Ahora, tras caer en desgracia, se puede constatar cómo esta curiosa bici flotante, inspirada en Star Wars, quizás, nació demasiado pronto. A.L.I Technologies, de acuerdo con la información ofrecida por Bloomberg, admitía pedidos de su Hoverbike a razón de 500.000 dólares la unidad, un precio al que solo podrían acceder muy pocas personas. La falta de regulación sobre este tipo de medios de transporte y una mala planificación en cuanto a entregas, derivó en un nulo interés por parte de la comunidad más rica del mundo.
Habrá que esperar unos años para comprobar si este concepto de bici flotante podría tener mercado en otro contexto tecnológico. Sea como fuere, la empresa, a sabiendas de la dificultad para encontrar clientes, intentó cambiar su estrategia comercial tras la pérdida de capitalización. Sin embargo, ya era demasiado tarde, culminando el proceso en la quiebra constatada que acaba de producirse.