Desde que el diseño actual de las bicicletas reemplazó a los conocidos Biciclos, aquellos con una pequeña rueda trasera y una delantera de gran diámetro sobre la que se colocaba el sillín, el formato se ha mantenido prácticamente inalterable en el tiempo. Salvo algunas excepciones, incluso las bicicletas eléctricas de pedaleo asistido se han mantenido fieles al diseño tradicional. Las únicas diferencias se encuentran en los materiales, el diseño y las especificaciones. El diseñador alemán Stephan Henrich ha creado una bicicleta revolucionaria que se apoya en un único neumático en forma de ocho que permite la tracción total y que, además, podría perfectamente convertirse en una bicicleta eléctrica.
Años de evolución han llevado a que la bicicleta sea prácticamente una máquina perfecta en la que no hay margen de mejora. La idea de Henrich, diseñador de robótica, arquitecto y profesor rompe con ese formato tradicional. Él describe su trabajo como situado en la intersección de esas disciplinas. La bicicleta Infinity es un concepto que por ahora tan solo se ha hecho realidad como un prototipo a escala muy reducida en impresa en 3D. Se trata de una bicicleta "revolucionaria" construida a partir de un elemento único.
Describir Infinity como una bicicleta diferente a cualquier otra se queda corto. Como su propio nombre indica, su única rueda tiene la forma del símbolo del infinito. En lugar de disponer de dos separadas, se trata de una sola que se estrecha en el medio para tomar la forma del número ocho. Henrich lo llama "el elemento de construcción continua", y lo eligió porque permite una tracción total integrada de forma natural.
Infinity es en realidad un proyecto antiguo que sigue generando interés, sobre todo por la insistencia de Henrich de que podría convertirse en un modelo de producción. La web especializada DesignBoom señala que Sintratec, una empresa especializada en soluciones de diseño impresas en 3D SLS (sinterizado selectivo por láser) invitó a Henrich a hablar sobre Infinity en 2020. Fue entonces cuando reiteró su convencimiento en que el concepto podría convertirse en un producto viable para el público en general. Como él mismo dijo, no ha escuchado un solo argumento en contra de esta bicicleta única que no pueda desmontar.
El Infinity es una bicicleta de paseo, para su uso en zonas llanas y limpias como las ciudades ya que su formato no está pensado para que pueda apoyarse sobre terrenos complicados que podrían arruinar su sistema de transmisión, situado en el interior de las llantas de las ruedas. Precisamente es aquí donde reside toda la inteligencia del sistema de Infinity. Un elemento que es a la vez una llanta temporal en la parte ancha y una cadena de transmisión única en la parte estrecha, similar a una correa. Sobre ella, aprovechando el escueto cuadro que sujeta todos los elementos se sitúa una tija para el sillín.
"Este mono-neumático es impulsado por una plato central, donde engrana con los pedales mediante una cadena" (o con lo que podría ser un sistema de asistencia eléctrica ) "y que obtiene su fuerza ayudado por un sistema de cambios de ocho velocidades" explica el diseñador. En el vídeo se muestra el funcionamiento de todo el sistema, incluida la suspensión delantera y trasera que se encuentra situada dentro de las "ruedas".
En cuanto a la razón por la que el diseño de monollanta supera al de las bicicletas actuales, Henrich no ofrece una explicación más allá de la tracción integral y constante que permite su sistema. Según él, hay demanda en el mercado para bicicletas de tracción a las dos rueda y lo que es más importante, la gente querría una bicicleta tan espectacular y rompedora como la Infinity.
Sin embargo, en el diseño hay algo que queda en el aire y que ha sido fuente de cientos de preguntas en redes sociales: ¿Cómo gira? Porque aparentemente no hay ningún sistema que permita mover el manillar hacia los lados. Henrich bromea diciendo que la bicicleta gira "hacia la izquierda e incluso hacia la derecha", y que pronto se revelarán más detalles, incluidos los que se refieren al precio e incluso a la disponibilidad.
Teniendo en cuenta que han pasado casi 12 años desde que Henrich diseño el concepto Infinity, y dos desde la reunión de Sintratec, y especialmente dada la falta de actualizaciones, podría ser que esta bicicleta "revolucionaria" de una sola llanta nunca pase de la etapa de render. Es, probablemente, un diseño genial, pero no precisamente práctico .