Los meses de invierno, con las bajas temperaturas y las lluvias, no son los más apropiados para las bicicletas eléctricas. Por eso, muchos de sus usuarios prefieren guardarlas durante unos meses hasta que la meteorología sea más favorable. Para asegurarse que cuando vuelva a ponerse en marcha todo funciona de manera correcta es aconsejable seguir una serie de prácticas rutinarias que ayudan a conservar intactos todos los componentes de la bicicleta, tanto los del sistema de asistencia eléctrica como el resto, comunes a cualquier bicicleta.
Limpieza y lubricación
Antes de guardar por un periodo largo una bicicleta eléctrica es importante darle una buena limpieza. Este consejo, que debería servir para todas las bicicletas, es especialmente importante. Hay que tener mucho cuidado con algunos componentes específicos como son la suspensión y la transmisión para los que hay que emplear productos de limpieza especiales como el detergente desengrasante, el limpiador de frenos, el limpiador de contactos eléctricos o los protectores de la suspensión.
En cuanto a los componentes eléctricos es aconsejable retirar la batería y limpiar a fondo el puerto de carga y todas las conexiones. En este caso es importante emplear aerosoles especiales para los contactos eléctricos que incorporan características protectoras.
Tras el lavado, todos los componentes mecánicos deben lubricarse. Se debe engrasar la cadena, los bujes de las ruedas, los cojinetes de los pedales, las bielas, la horquilla de la suspensión, etc. También es conveniente emplear silicona en aerosol para proteger y mantener suaves los sellos de aceite de la horquilla. En ningún caso se deben lubricar los discos de freno.
Mantenimiento de la batería
No es necesario que al guardar durante un periodo prolongado una bicicleta eléctrica la batería se retire de su soporte habitual, siempre y cuando la temperatura a la que va a permanecer esté comprendida entre los 10 y los 20 grados centígrados. En caso de que esto no vaya a ocurrir, o en presencia de mucha humedad, es mejor retirarla del cuadro y guardarla en un ambiente adecuado.
La batería debe recargarse al 70 % de su capacidad y se debe comprobar su estado cada seis meses.
En cualquier caso, para que la batería no pierda eficiencia, lo apropiado es recargarla aproximadamente hasta un 70 % de su capacidad antes de apagar el sistema. Si la bicicleta permanece guardada mucho tiempo, es aconsejable, cada seis meses, comprobar el estado de carga y llevarla hasta este nivel.
La posición en la que se guarda la bicicleta también importa
Cuando se guarda una bicicleta eléctrica esta debe dejarse en posición horizontal para evitar la formación de bolsas de aire dentro del sistema de frenado hidráulico y la fuga de aceite en la horquilla. .
No es necesario que los neumáticos queden inflados a la máxima presión, pero sí que cuenten con aire en su interior. De lo contrario, al apoyar sobre el suelo el caucho se deforma y cuando se vuelven a hinchar es posible que no se pueda recuperar completamente la forma original. En el caso de disponer de neumáticos sin cámara, es una buena idea que, cada cierto tiempo, se giren las ruedas para mantener el látex en movimiento y evitar que se seque.
Durante largos periodos de tiempo, no es aconsejable guardarlas bicicletas en otra posición que no sea la horizontal.
Para que los resortes de la transmisión permanezcan lo más relajados posible se debe engranar la marcha más larga de cuantas permita el cambio. En el caso de tratarse de un cambio automático, como los de Shimano, el embrague debe permanecer desactivado. En caso de contar con suspensiones bloqueables están deben permanecer libres, lo mismo que si se cuenta con una tija telescópica de sillín, que debe dejarse en su posición más baja.