A simple vista, la bicicleta eléctrica Markhor M1 no destaca de su competencia por nada especial, más allá de su sistema de plegado y de un diseño bastante cuidado y estilizado. Sin embargo, el fabricante ha escondido en ella un dispositivo antirrobo que afirma ser la pesadilla de cualquiera que intente robarla. Una bicicleta "inalcanzable" según su propia descripción que obliga a pasar múltiples niveles de seguridad para llevársela sin permiso. Además, en caso de que los ladrones consigan su improbable objetivo, Markhor asegura que reembolsará el dinero a sus clientes si la bicicleta no se recupera en 30 días.
La Markhor M1 cuenta con las especificaciones técnicas que se esperan de una bicicleta eléctrica plegable de su tamaño y proporciones, diseñada sobre todo para recorridos urbanos y ofreciendo todas la funcionalidad posible para el día a día. Por eso está construida a partir de un marco de aleación de magnesio para aligerar su peso, que es de 21 kilogramos, que se pliega "en tres pasos y tres segundos" sin necesidad de herramientas. Cuenta con ruedas de 20 pulgadas de diámetro fabricadas en caucho y resistentes a pinchazos y seis radios y su capacidad de carga útil es de 120 kilogramos. Cuenta también con certificación IPX5 que la protege contra el agua y los chorros a presión.
Los componentes que se montan no son especialmente destacables, pero cumplen con los requisitos que ofrece una bicicleta eléctrica de este tipo. Cuenta con un cambio de seis velocidades y frenos de disco con accionamiento mecánico. No incluye ningún tipo de amortiguación, ni delantera ni trasera, por lo que esta cualidad debe ser absorbida por los neumáticos. Para aumentar su visibilidad en las calles cuenta con una luz delantera LED y un reflector trasero rojo.
El sistema eléctrico está formado por un motor de corriente continua sin escobillas que funciona a 36 voltios y que rinde una potencia máxima de 350 W. La velocidad máxima a la que asiste al pedaleo del ciclista es 25 km/h. Esta alimentado por una batería de litio extraíble y bloqueable de la que no se menciona la capacidad, aunque sí su autonomía máxima que es de aproximadamente 50 kilómetros en el modo asistido y de 30 kilómetros si se empela el acelerador que se encuentra en su manillar. Para recargarla son necesarias aproximadamente entre 4 y 5 horas.
Con estas características técnicas no es posible homologarla como un vehículo EPAC en la Unión Europea, puesto que excede la potencia máxima admitida para el motor (250 W) y cuenta con un acelerador en el puño que no está permitido, ya que la asistencia eléctrica debe producirse solamente cuando se pedalea. Sin embargo, sí cumple con el límite de velocidad de 25 km/h. Por esta razón, en caso de adquirirse para un país fuera de Estados Unidos es necesario, o bien no circular con ella por vías públicas, o bien consultar previamente con el fabricante para saber si modifica sus especificaciones para cumplir con la reglamentación.
La bicicleta eléctrica imposible de robar
Ninguna de estas características es especialmente destacable en comparación con la competencia. Pero sí lo es el sistema MaxTracker que implementa la M1. Se trata de un dispositivo antirrobo que combina los sistemas físicos con funciones de seguridad inteligentes. Todos ellos hacen de ella una bicicleta "inalcanzable".
Según indica Markhor, los ladrones tienen que pasar por múltiples niveles de seguridad para poder desbloquear la bicicleta. Lo primero que se encuentran es un candado físico "de primera línea". A continuación, si este se desbloquea, salta una alarma antirrobo de alto volumen sensible al movimiento que se activa con cualquier manipulación indebida. El siguiente paso es una aplicación para el teléfono móvil especialmente diseñada para la protección que ofrece notificaciones instantáneas en caso de que ocurra algo sospechoso. Además un dispositivo de seguimiento GPS, escondido tras la jaula del portabidones, permite su localización y la comunicación de esta mediante una conexión 5G/LTE.
A estos cuatro niveles de seguridad se une un quinto, que en realidad es un servicio de garantía de la empresa. Markhor se compromete a reembolsar a sus clientes el dinero de la compra de la M1 en el caso de que esta sea robada y no se recupere en el plazo de un mes.
La M1 ha sido desarrollada por la empresa estadounidense Markhor, cuya sede está Nueva York, y puede adquirirse bien a través de su página web o a través de la plataforma de crowdfunding Indiegogo, donde actualmente está en proceso de financiación. Su precio es de 1.399 dólares (1.123 euros al cambio) con el descuento que se establece para los inversores interesados en el proyecto. Si se adquiere a través de la página web, el precio es de 1.499 dólares. Las primeras entregas están previstas para mayo de este año.