Tras haber invertido con éxito en el segmento de los cuadriciclos eléctricos sin carnet con el pequeño AMI, Citroën amplía su oferta de movilidad económica con la integración de una primera gama de bicicletas eléctricas. El primero de los modelos que se ha presentado es la Citroën City, una bicicleta eléctrica de gama de entrada, de diseño muy convencional, pero que ofrece lo mínimo necesario para desplazarse por la ciudad por menos de 1.000 euros.
Las nuevas formas de movilidad que se están imponiendo en las ciudades llaman la atención de los fabricantes de automóviles, muchos de ellos ajenos a este segmento, pero que ahora ven que los vehículos de dos ruedas son considerados por muchos de sus clientes que prescinde de un utilitario urbano para pasarse a un ciclomotor, una bicicleta o un patinete eléctrico. Quizás Harley-Davidson es el ejemplo más palpable de esta realidad son la marca Serial 1, una empresa para el desarrollo y comercialización de bicicletas eléctricas. BMW y Porsche con la compra de Fazua también han optado por poner en juego sus propias bicicletas eléctricas (en este caso de alta gama) e incluso SEAT ha apostado por los scooters y los patinetes eléctricos con su gama Mó.
Ahora le llega el turno a Citroën. Lanzadas en junio de este año y comercializadas bajo la marca Citroën Electric Bikes, las bicicletas eléctricas de la firma francesa se centran actualmente en el segmento de los modelos totalmente urbanos que representan el grueso de las ventas de este tipo de vehículos en Francia. City es la primera de ellas, a la que seguirán varios modelos en los próximos meses, entre los que se incluyen bicicletas plegables, según ha declarado el propio fabricante en un comunicado. Lanzada por primera vez en Austria, Suiza y Alemania, la gama Citroën puede adquirirse ahora en Boulanger que las comercializa a través de su web.
No hay en ella nada del otro mundo, pero son 1.000 euros
La bicicleta eléctrica Citroën City no aporta tecnologías novedosas ni diseños distintivos. Se trata de un modelo de gama de entrada que combina una batería de 360 Wh instalada en el portaequipajes trasero (un diseño que fue el habitual hace unos años, pero que ha dejado de utilizarse) con un motor eléctrico de 250 W integrado en el buje de la rueda trasera. El conjunto es capaz de ofrecer hasta 45 kilómetros de autonomía, aunque no se especifica en qué condiciones puede lograrlo.
Las ruedas tienen un diámetro de 28 pulgadas, lo que da idea de las dimensiones, bastante aparatosas, de la bicicleta y se mueven gracias a una transmisión de seis velocidades. El sistema de frenos es a base de zapatas, lo más habitual hace una década, así que también hay que renunciar a los frenos de disco, aunque sea con accionamiento mecánico.
Puede disculparse la utilización de un diseño y unos componentes tan sencillos porque se ofrece a cambio de un precio de 990 euros, aunque incluso ahí, la competencia, sobre todo la que llega desde China, puede ponerle complicadas las cosas a este modelo. Más adelante, cuando Citroën ofrezca un catálogo más extenso, quizás pueda convertirse en una opción seria dentro de las bicicletas eléctricas económicas que cumplen su función como medios de transporte diario.