El crecimiento de la demanda de bicicletas eléctricas no pasa inadvertido a nadie y menos a la industria de la automoción (y de la motocicleta) que ve en ellas un complemento ideal para ofrecerlo junto a su catálogo de coches eléctricos. No sustituirán al automóvil, pero servirán para complementarlo, sobre todo, en las distancias cortas y en las condiciones de tráfico de las grandes ciudades. Muchos fabricantes ya las ofrecen. El último que se ha puesto manos a la obra ha sido Hyundai.
Entre los fabricantes de automóviles, Porsche es, probablemente, el que más esfuerzo está haciendo por ofrecer bicicletas eléctricas de altas prestaciones y mucha calidad. En el caso de Hyundai, como en el de muchos otros, no lo hace utilizando tecnologías ni desarrollos propios que den lugar a nuevos modelos, sino de la mano de un especialista en el sector.
La coreana ha elegido para esta iniciativa a la empresa española Rayvolt. Con sede en Barcelona, sus bicicletas eléctricas son un producto inconfundible entre la competencia. Su marcado diseño y su tecnología buscan garantizar que sus clientes reciban un rendimiento y una experiencia inigualable en la industria.
La bicicleta elegida por Hyundai para que se convierta en la primera de su oferta es la eXXite Next. Está impulsada por un motor montado en el buje de la rueda trasera que cumple con las exigencias de la normativa EPAC. Rinde 250 W de potencia y alcanza un par motor de 50 Nm. La velocidad máxima de asistencia es de 25 km/h. El sistema se apoya en un sensor de par que garantiza una entrega de potencia uniforme y natural en función de la demanda del ciclista.
La batería que alimenta al motor y al resto de los sistemas tiene una capacidad de consta de un paquete de baterías extraíble de 504 Wh (36 V y 14 Ah). Es extraíble y se esconde en un lugar poco habitual para una bicicleta eléctrica como es la tija del sillín. Una capacidad suficiente para garantizar, según las condiciones, 80 km de pedaleo asistido.
La bicicleta incluye otras características tecnológicas relacionadas con el desarrollo de los motores eléctricos de la compañía española. Una de ellas es el sensor de freno regenerativo inteligente (iRBS) con el que se añade la capacidad de modular la potencia del frenado regenerativo del motor simplemente pedaleando hacia atrás más o menos rápidamente.
En el manillar, cuenta con un panel de control intuitivo que permite alternar varias configuraciones en la bicicleta y monitorizar los datos esenciales de conducción como la velocidad, la duración de la batería y el modo de asistencia.
Por último, pero no menos importante, la bicicleta también se puede utilizar como un entrenador de fitness con el accesorio RegenFit y la aplicación Eiva. Esta tecnología permite cambiar el modo de funcionamiento para seleccionar la función Smart Trainer. Una vez que el ciclista ha realizado su desplazamiento diario, puede convertirla en una bicicleta eléctrica estática para entrenar en casa solo con ponerla sobre un rodillo estacionario. Gracias a la doble función del motor-generador, la batería se recarga mientras se pedalea.
Curiosamente, y a pesar de ser una colaboración coreana y española, esta bicicleta eléctrica se venderá, por ahora, únicamente en Francia, un país donde el programa de ayuda a la compra de estos vehículos es muy agresivo. Su precio de venta será de 3.490 euros.