Esta bicicleta eléctrica de Gravel, la nueva MMR X-Beat, que hemos tenido durante bastante tiempo con nosotros creemos que tiene todos los ingredientes para convertirse en toda una superventas. O al menos así lo vemos nosotros.
La combinación, a primera vista, puede no resultar tremendamente llamativa pero, más adelante veremos como ofrece un rendimiento que nada tiene que envidiar a las monturas más exclusivas de este segmento tan en auge.
¿Y cuál es esa combinación que no parece muy llamativa? Pues la de componentes asequibles y resolutivos (nada de transmisiones electrónicas ni fibra de carbono en los materiales constructivos) con un motor de suficiente potencia y probado rendimiento: el Mahle X20 instalado en el buje de la rueda trasera.
Todo ello da como resultado un precio que nos resulta muy atractivo: hablamos de 3.899 €, cifra muy por debajo de modelos que llevan transmisiones de precios elevados, cuadros de carbono o ruedas de altos perfiles que parecen sacadas de bicicletas de carretera…
Cuadro de aluminio que no parece el de una bicicleta eléctrica
El cuadro de la X-Beat es de aluminio 6061, hidroformado y de doble conificado. Eso ha permitido que la MMR ofrezca un peso total muy ajustado: los 13,6 kg (con pedales) que hemos verificado es un dato más para corroborar que la fibra de carbono, en bicicletas como las Gravel, no es tan imprescindible.
Sus acabados son muy buenos, con las soldaduras semi-pulidas, a excepción de la zona del pedalier, donde no se han tocado para no restar rigidez a esa parte tan crítica. Por cierto, la toma de carga se ha ubicado justo encima, quedando poco expuesta a la suciedad. Por cierto, la integración del cableado es total (se esconde magistralmente por la dirección), dejando una estética muy 'limpia'.
Este cuadro destaca también, por un lado, por ofrecer una estética a la par de una bicicleta sin motor. El hecho de llevar el motor en la rueda trasera y de instalar una batería de poca capacidad (la iX2 de 236 Wh) hace que los perfiles sean finos, y que en el pedalier no esté más que… el pedalier. Sin hacer ningún comentario a nuestros compañeros de varias salidas, dieron por hecho, nada más verla, que era una Gravel sin motor. A nadie nos importa ‘el qué dirán’ del hecho de rodar con eBikes pero, curiosamente, a todos también nos gusta que nuestras bicicletas no parezcan eBikes. La X-Beat es una de ellas.
Otro aspecto a destacar es la incorporación de bastantes roscas para instalar accesorios o portabultos, tanto en el propio cuadro como en la horquilla esta, por cierto, de fibra de carbono, único elemento fabricado con el ‘oro negro’.
Motor y batería de corte ‘light’ de Mahle
Tenemos experiencia con esta marca, no en vano estuvimos en su fábrica viendo, tocando y probando las distintas opciones que tiene en catálogo, a excepción del novedoso X30 que por aquel entonces estaba a punto de ser presentado.
En la MMR X-Beat se ha optado por el motor más exclusivo: el X20 es el más liviano y potente de Mahle. El motor solamente pesa 1.399 g y ofrece 55 Nm de par motor. Lo más destacable de él es el poder de adaptación que posee. Su entrega de potencia va en función de la cadencia de pedaleo (incluye sensor en el pedalier), lo que hace que nuestro esfuerzo se vea recompensado. Además, gracias a la IA, el sistema va aprendiendo de nuestras costumbres y su aporte va complementando a la perfección nuestra pedalada.
Eso significa una entrega de potencia muy natural, tanto que a veces dudamos de si solamente somos nosotros los que aportamos potencia… si echamos un vistazo a la velocidad que llevamos, nos damos cuenta de que eso no es así.
Todo esto es válido para el modo de menor aporte de potencia. Luego tenemos otros dos que, siendo sinceros, los hemos usado poco, ya que la MMR es ligera y se lleva con suma facilidad. Pero ahí están para salir a nuestro ‘rescate’ si es necesario.
La batería es la menos capaz que se puede combinar con el motor X20: hablamos de la Mahle iX2, de 236 Wh. ¿Lo bueno de esta batería? Que es muy compacta y ligera y, como decíamos, ocupa poco espacio, dejando una estética muy lograda. Evidentemente no posee una capacidad apabullante pero, dado el enfoque del motor, no se puede comparar con las baterías de una mtb, por ejemplo. En rutas habituales de 60-70 kms, con desniveles positivos rondando los 1.000 mts, llegábamos a casa con un remanente más que de sombra para hacerse otros 50 km más.
Estamos inmersos en las vacaciones a las que nos hemos llevado la X-Beat: hablaremos de ello en un futuro reportaje, y veremos hasta dónde ha llegado esta pequeña batería. De todas las maneras, somos defensores, en este tipo de bicicletas de corte ‘light’, de hacerse en el momento de la compra con un Range Extender (MMR ofrece opcionalmente el Mahle iX185). Una vez que hacemos una gran inversión como es comprar una bici, pensamos que invertir un poquito más en un Range es una gran idea: nunca se sabe si lo vamos a usar mucho o no, pero ahí lo tenemos y a lo mejor nos animamos a hacer excursiones más largas… ¡quién sabe!
Otro gadget que se ofrece como opción es el display Pulsar One: la verdad es que creemos que es algo también muy recomendable. Sí, ya sabemos que poco a poco va subiendo el precio final, pero con este display podemos visualizar datos de nuestras rutas pero también de nuestro sistema de motor: batería restante, autonomía estimada y, además, podemos en él cambiar el modo de asistencia (mucho más fácil que con el pulsador principal).
Comportamiento: facilidad y nobleza por encima de todo
Esta MMR X-Beat nos ha sorprendido por un motivo: nos hemos hecho a ella nada más subirnos. Es cómoda y tiene una postura muy natural a los mandos. Su manillar Ritchey Butano Comp tiene unas formas que nos permite llevar las manos en cualquiera de las posiciones que deseemos con comodidad. Por cierto, el sillín Selle Italia X3 Boost Flow, bastante cortito, nos ha parecido un acierto, ya que nos permite una gran libertad de movimientos y, además, nos ha resultado muy cómodo.
En tramos rápidos en pistas o en carreteras, la X-Beat rueda con mucha soltura. Sus neumáticos Hutchinson Touareg, de 40 mm de anchura, ofrecen una baja resistencia a la rodadura, lo que nos ha permitido ir por encima de 25 km/h en casi cualquier circunstancia. En esa situación, el motor, al estar en el buje, no interfiere para nada en la pedalada (el pedalier está totalmente liberado en ese aspecto), por lo que las sensaciones son totalmente de una bicicleta sin motor, a excepción, lógicamente, de un peso algo mayor.
Y es que, aunque no son muchos, esos kilos de más con respecto a una ‘pulmonar’ hacen que, en pequeñas pendientes, donde todavía vamos sin asistencia, la fluidez en la pedalada comience a decaer con mayor celeridad. Lo bueno, es que el motor entra en acción sin darnos cuenta.
En zonas más reviradas, esta X-Beat tiene el típico comportamiento de una Gravel: es rápida y los cambios de dirección se efectúan con mucha rapidez. Eso, y el pequeño aporte que tenemos del Mahle X20 hace que, literalmente, volemos por los ‘singletracks’.
Si el terreno se complica y empieza a romperse, ese mayor peso hace que la X-Beat tenga mayores inercias que una Gravel ‘pulmonar’, por lo que el paso por pequeñas zanjas o roderas haya que tomárselo con más calma para no golpear en exceso con las ruedas. En ese caso, no hubiera estado mal que MMR hubiera instalado neumáticos de mayor balón.
En cuanto a los componentes, la transmisión es la más exclusiva de Shimano para el Gravel de accionamiento mecánico: la GRX de 12 velocidades nos ha parecido que funciona a la perfección. El accionamiento de las manetas es muy intuitivo y gracias a que actuamos moviendo toda la maneta es muy difícil fallar aunque el terreno nos lo ponga complicado.
La relación escogida en esta transmisión (plato de 40 dientes y cassette 11-36d) nos ha parecido un poco larga. En pendientes muy acusadas, vamos un poco ‘atrancados’, con poca cadencia, lo que nos obliga, en ocasiones, a tirar del modo superior de asistencia al ECO, algo que con un cassette más grande (el nuevo GRX admite unidades de hasta 11-45d) no sería necesario. Y ya sabemos que usar modos más potentes restan batería….
Por otro lado, destacar que los frenos, de la misma serie GRX de Shimano, tienen un comportamiento intachable: son potentes pero muy dosificables, y bloquearlos no es nada fácil.
Del motor ya hemos hablado, así que no vamos a repetirnos. Sí queremos comentar que cambiar los diferentes modos de asistencia no es la operación más intuitiva que conocemos: primero, soltamos una mano del manillar, buscamos el botón que está sobre el tubo horizontal y pulsamos, viendo cómo tenemos que hacer un recorrido de todos los modos (incluyendo un paso que desactiva el motor) hasta dar con el que queremos en caso de que vayamos desde aportes mayores a menores (al revés no hay problema). Por ejemplo, si estamos en el modo intermedio y queremos volver al ECO, hay que pasar por el de mayor asistencia y por el de desconexión… no nos gusta esta forma de cambiar.
Conclusión
Esta MMR X-Beat nos parece un acierto como planteamiento de una bicicleta e-Gravel. Es una montura muy polivalente, que nos sirve para desahogarnos por caminos (o carreteras en mal estado, además de las que están en buen estado, lógicamente) o para usarla en la ciudad (para ir a trabajar o simplemente para desplazarnos a realizar compras o gestiones).
Los componentes tienen un funcionamiento excelente, en especial la nueva transmisión Shimano GRX 1x12. Frena muy bien, se maneja con facilidad, tiene muchos puntos repartidos por el cuadro para acoplar accesorios. Y el hecho de que no haya que invertir el sueldo de un año para hacerse con ella nos parece crucial para dar un 9 en la puntuación total a esta bicicleta.
¿Y por qué no un 10? Bueno, eso es imposible, siempre hay defectos, aunque sean muy pequeños. No nos gusta el sistema de cambiar de modos de asistencia. Por otro lado, hubiéramos deseado unos neumáticos un poquito más anchos y un cassette mayor. Y, algo muy personal, la estética: MMR ha querido imprimir una sensación de bicicleta robusta y polivalente y, para ello, ha impregnado a la X-Beat de un color muy sobrio, poco llamativo… tanto que no llama la atención. Hasta las letras de MMR en el tubo diagonal cuesta verlas, de tal manera que la gente a la que hemos mostrado la bici no sabía de qué marca era… Creemos que esta MMR X-Beat se merece, por méritos propios, ser más llamativa. De todas formas, muy pocos defectos, la verdad.
Ficha técnica MMR X-Beat 00
- Cuadro: aluminio 6061 (horquilla en fibra de carbono)
- Motor: Mahle X20 (55 Nm)
- Batería: Mahle iX2 (236 Wh)
- Transmisión: Shimano GRX 12s (plato 40d / cassette 11-36d)
- Frenos: Shimano GRX (discos de 160 mm)
- Ruedas: XCR 7400 aluminio
- Neumáticos: Hutchinson Touareg 700x40
- Manillar: Ritchey Butano Comp aluminio
- Sillín: Selle Italia X3 Boost
- Peso: 13,6 kg (verificado Híbridos y Eléctricos, con pedales)
- Precio: 3.899 €
Más información en: MMR X-Beat