Hemos tenido el privilegio de asistir a la presentación oficial en Ámsterdam (Países Bajos) de la Yamaha Booster, la nueva eBike de la firma nipona. Y qué mejor escenario para probar esta nueva bicicleta eléctrica de corte eminentemente urbano que en una ciudad donde la bicicleta es el principal medio de transporte. Además, la Booster es una eBike que se ha diseñado exclusivamente para el mercado europeo, algo que da una idea de lo convencidos que están en Yamaha del éxito de esta nueva criatura.
Aunque hablemos de la Yamaha Booster como una bicicleta, realmente se oferta en dos configuraciones distintas que nos permite hablar de dos modelos diferentes: el Booster S-Pedelec y el Booster Easy. El primero responde al concepto Speed Pedelec (la asistencia del motor llega hasta los 45 km/h), lo que lo convierte en nuestro país en un ciclomotor, con lo que ello conlleva: será necesaria su matriculación, un carnet para conducirlo, contratar un seguro y usar un casco homologado. Eso sí, al ser una Speed Pedelec podemos catalogarla como una eBike, ya que habrá que pedalear si queremos que el motor nos asista.
Por otro lado, la Yamaha Booster Easy es una eBike Pedelec: la velocidad tope de asistencia está limitada a 25 km/h, por lo que se la considera una bicicleta en toda regla, con las características legislativas que ya conocemos a la hora de conducirla.
Aunque pasemos a continuación a detallarte cada aspecto de estas dos eBikes, queremos destacar lo que nos ha impactado su estampa, sobre todo si tomamos como referencia a las eBikes ciudadanas que conocemos: a primera vista, nos ha dado la sensación de estar ante una motocicleta o scooter. Eso puede ser una ventaja para algunos y una desventaja para otros. Lo que sí es cierto es que no deja indiferente a nadie.
También queremos destacar que, aunque hayamos asistido a una presentación, hemos podido probar bastante a fondo ambos modelos: rodamos durante cerca de 20 km con cada uno y pudimos extraer unas buenas conclusiones aunque, dado el perfil de las rutas en una ciudad como Ámsterdam (sin desniveles), nos falta probarlas en nuestro país donde las grandes ciudades, por norma, poseen una orografía diferente, algo que exige más a una bicicleta eléctrica, tanto a nivel de comportamiento (frenos, neumáticos, suspensión) como de motorización (aporte de potencia y autonomía). Yamaha nos ha prometido, más pronto que tarde, tener unidades para exprimirlas.
El origen de la Booster
Durante la presentación estática de estas dos eBikes, los responsables de Yamaha quisieron dejarnos claro el origen de estas nuevas criaturas, aunque saltaba a la vista.
La inspiración en el mundo de las motos es evidente. Su intención es reeditar el éxito de uno de los scooters que marcó a toda una generación (nació en 1985, aunque a nuestro país llegó en los 90), ya que sirvió como un medio de transporte económico a numerosas personas: hablamos de la Yamaha BW’s, un scooter (ciclomotor) que destacaba por incorporar unas ruedas con enormes neumáticos que permitían una gran versatilidad de utilización.
Por cierto, ese nombre fue el que recibió en nuestro país con la marca Yamaha porque, en otros lugares de Europa, fue comercializado bajo la firma francesa MBK (perteneciente a Yamaha), pero con el nombre de Booster, ¿casualidad? Lógicamente no. Y es que entre 1990 y 2017 se vendieron nada menos que 1.147.000 unidades y Yamaha espera reeditar ese éxito, ¿lo logrará?
Bastidor tipo panal
Un aspecto que refrenda esa sensación de estar ante una motocicleta (o Scooter) es su bastidor. No podemos catalogarlo como un cuadro típico de bicicleta. Su estructura responde al diseño utilizado habitualmente en las motos y de eso Yamaha sabe mucho. Este bastidor se ha sobredimensionado respondiendo básicamente a las necesidades de una bicicleta como es la S-Pedelec que va a tener una asistencia constante hasta los 45 km/h. Así que, por lógica, este bastidor va más que sobrado para la versión Easy porque es el mismo en ambas bicicletas.
Su construcción en aluminio con un diseño tipo panal pretende, por un lado, imprimir rigidez al conjunto y, por otro lado, rebajar peso todo lo posible. Porque esa faceta no es la más destacada de las Booster ya que la firma declara un peso que ronda los 35 kg en ambos modelos, bastante para una eBike.
A la estructura principal, se ancla una especie de subchasis trasero (otro guiño al motociclismo) que sirve como elemento portante: el tubo del sillín y la parrilla portabultos trasera se sustentan en él.
La postura a los mandos que proporciona el diseño del bastidor de ambas Booster es muy dominante, con el cuerpo situado muy alto y algo retrasado. Esto permite, por un lado, disponer de una campo de visión muy amplio, ideal para circular con seguridad entre el tráfico urbano. Para conseguir dicha altura, el eje de pedalier también se ha elevado, lo que hace que tocar con un pedal en el suelo cuando tumbamos en una curva sea prácticamente imposible.
La postura retrasada (se advierte sobre todo al pedalear, ya que los pedales están adelantados) imprime una grandísima comodidad. El amplio manillar con las puntas elevadas otorgan suficiente manejabilidad, lo que hace que serpentear entre coches (o entre las bicicletas del propio carril bici por el que circulamos) sea muy fácil.
El corazón de la Booster se llama Yamaha PW-S2
En este apartado es donde comienzan las diferencias entre la Booster S-Pedelec y la Booster Easy: evidentemente, las características de cada una demandan diferentes prestaciones. Aunque el motor es el mismo, la especificaciones son diferentes
Comenzando por la Speed Pedelec, instala el motor PW-S2, que ofrece una potencia continua de 500W, con un par motor de 75 Nm. Una vez a los mandos de la Booster, se aprecia un empuje muy constante,pero sin grandes ‘aceleraciones’: hay que tener en cuenta que este motor ha de asistir hasta los 45 km/h, por lo que dicha potencia se ha de ir administrando con suavidad para no quedarse sin empuje antes del corte de la asistencia al llegar a la velocidad tope.
Al contrario de lo que pensábamos al coger por primera vez este modelo, su entrega de potencia es muy dulce, lo que permite una conducción muy relajada. Ojo, relajada, pero no lenta, ya que la Booster S-Pedelec no para de empujar (y de aumentar la velocidad). Eso sí, alabamos su condición de eBike, es decir, que para rodar rápido hay que esforzarse: la Booster exige, aún en el modo máximo de entrega de potencia (High), que se pedalee con determinación. Logramos mantener con facilidad los 25-30 km/h, pero, a partir de ahí, se requieren unas buenas piernas si queremos llegar a la máxima velocidad.
En cuanto a la Booster Easy, el mismo motor se rebaja hasta los 250 W de potencia, manteniendo, eso sí, el mismo par motor de 75 Nm. Estas características, unidas a la limitación a 25 km/h de aporte, hacen que tenga un empuje nada más comenzar la marcha algo mayor que la Speed Pedelec. La entrega de potencia se reduce a un margen menor que en la Booster.
Ambas bicicletas poseen cinco modos de aporte de potencia, más el ‘walk assist’: ECO+, ECO, STD y HIGH. El quinto modo es la guinda del pastel, uno Automático que, en función de diferentes parámetros, va seleccionando los otros cuatro modos: la velocidad, el aporte de potencia por parte del ciclista, la pendiente.
La batería que se instala en ambas Booster es de 630 Wh de capacidad. Puede ser recargada en la propia bicicleta mediante un toma o también se puede retirar para cargarla en casa. La autonomía, según la información que ofrecían los displays de las Booster, se nos antojaba bastante amplia: es cierto que Amsterdam no posee un desnivel acusado, pero también es verdad que anduvimos toqueteando todos los modos y exprimimos las Booster en muchas ocasiones. En ambas bicicletas, llegamos al final de la ruta (como decíamos, cerca de 20 km en ambos casos) con un remanente, aproximadamente, del 70%.
La parte ciclo: elemento diferenciador de la Booster
Ya hemos hablado de su cuadro (o bastidor), algo que diferencia a las Booster del resto de lo existente en el mercado. Pero hay más que las hace muy exclusivas: las enormes ruedas que instalan. Podríamos pensar que es un detalle más estético que otra cosa, ya que, a priori, no son bicicletas para rodar por caminos o en la arena de la playa… Pues es un error: las grandes urbes están lenas de trampas, en forma de calles mal asfaltadas, de baches, de uniones del asfalto o agujeros de grandes dimensiones.
Los neumáticos de 4,00 pulgadas de anchura y gran balón (el diámetro de la llanta es de 20 pulgadas) pueden con todo, otorgando una gran filtración a la Booster. Subir con ella un bordillo es un juego de niños: no hace falta tener grandes dotes a los mandos, ya que la absorción de estos neumáticos hace que no sea ni siquiera necesario tirar del manillar.
Pero es que, además, se ha instalado una horquilla de suspensión Zoom con 80 mm de recorrido que aumenta la comodidad de la Booster. Es cierto que no está elaboradísima (solamente se puede regular la compresión) pero, para el enfoque de esta eBike, es más que suficiente.
Tan importante como tener un buen motor para lanzar a la Booster es tener unos buenos frenos para detenerla. Aquí nuevamente hay diferencias entre ambos modelos: la Booster S-Pedelec incorpora un sistema de frenos de disco hidráulicos, accionados por unas potentes pinzas de cuatro pistones, mientras que el modelo Easy se conforma con pinzas de dos pistones. En ambos casos, estos frenos son firmados por Promax.
No vamos a decir que la Booster no frena bien, al contrario, frena demasiado bien, pero, debido al recorrido sin bajadas que realizamos, nos gustaron más los de la Easy, menos contundentes, pero más dosificables. En una futura prueba por zonas con fuertes bajadas, veremos si cambiamos o no de opinión. Como anécdota, la Booster cambia el sentido de las manetas de freno: al igual que en una moto, la maneta derecha actúa el freno delantero y la izquierda el trasero.
La transmisión de las dos bicicletas se ha encomendado a un grupo Enviolo Heavy Duty (sin mantenimiento) de engranajes planetarios que va en el buje de la rueda trasera. Para accionarlo, se ha elegido un mando giratorio tipo grip shift en el puño derecho. El accionamiento es muy suave, de forma continua, sin las características inserciones de las diferentes marchas: una vez cogido el truco, su funcionamiento es ideal. Destaca de este tipo de cambios la posibilidad de cambiar de marcha aun estando parado: es algo que viene francamente bien cuando nos detenemos en un semáforo o un stop. La transmisión de la potencia a la rueda se efectúa mediante una cadena: se hubiera redondeado el sistema si, en lugar de ella, la Booster dispusiera de una correa que, al igual que el cambio, tampoco necesita mantenimiento.
Equipamiento: opciones para todos los gustos
Ambas bicicletas comparten un gran equipamiento que puede aumentarse con un listado amplio de accesorios para que la vida en la ciudad sea más fácil. Destaca el uso de un potente set de luces led, con luz de freno trasero en el caso de la Speed Pedelec. La pata de cabra o los guardabarros no faltan en la ecuación.
Ambas eBikes incorporan display informativo aunque son diferentes: la Booster S-Pedelec instala una pantalla del tipo TFT en la potencia, en una posición muy centrada y fácil de leer, aunque tuvimos algún problema con los brillos generados por el sol. Ofrece mucha información (velocidad, kilometraje, autonomía, modos de asistencia…), pudiendo ser conectada a un Smartphone, lo que permite también disponer de un navegador GPS en la pantalla, con indicaciones mediante flechas de las rutas a seguir
Por su parte, la Booster Easy dispone de un display LCD en la parte izquierda del manillar, teniendo que retirar algo más la vista de la carretera para visualizarlo. El nivel informativo es igual de amplio que el de la Booster, a excepción de las señales GPS.
Ahora bien, si quieres realmente hacer de las Booster tu medio de transporte urbano, la lista de accesorios para facilitarte el día a día es grande: cestas delanteras y traseras, alforjas, bolsas impermeables, soporte para el móvil en el manillar… ¡incluso unas tapas plásticas para el cuadro de colores que servirán para diferenciarnos del resto!
Conclusión
Cada Booster responde a un grupo muy diferenciado de usuarios: evidentemente la Easy pretende llegar a cualquiera que desee una bicicleta para moverse por la ciudad, aprovechando las ventajas que ofrecen los núcleos urbanos, como poder circular por los carriles habilitados, sin necesidad de poseer ni un carnet ni un seguro e incluso poder ir sin casco (recordamos que en ciudad es posible a partir de los 16 años).
Por su parte, la Booster S-Pedelec, al ser catalogada como un ciclomotor, ha de restringir su uso a las vías por donde circulan los vehículos. Creemos que es una opción muy válida para desplazarse desde el extrarradio, al igual que con un ciclomotor, gracias a sus mayores prestaciones, pero realizando ejercicio.
Analizando las bicicletas en cuestión, pensamos que el mayor atractivo de ambas es la sensación de seguridad que transmiten: a menudo, la inseguridad de rodar entre coches es un hándicap para muchos a la hora de decantarse por una bicicleta para moverse en la ciudad. Gracias a la envergadura de las Booster, la intranquilidad al rodar entre coches desaparece y, debido a la alta postura de conducción, podemos ver mejor lo que pasa delante de nosotros. Y eso no es solo una sensación, sino que realmente mejoramos nuestra seguridad al poder adelantarnos a los acontecimientos.
Por último, y no menos importante, están los precios: la Booster S-Pedelec cuesta 3.699 € y la Easy 3.299 €. Creemos que son precios bastante ajustados para lo que ofrecen. Veremos qué dictamina el mercado.
Ficha Técnica Yamaha Booster S-Pedelec
- Cuadro: Aluminio tipo panal.
- Motor: Yamaha PW-S2 500W y 75 Nm.
- Batería: Yamaha 630 Wh.
- Display: TFT A de Yamaha.
- Transmisión: Enviolo Heavy Duty.
- Frenos: Promax DSK 930B de 4 pistones con discos de 180 mm.
- Horquilla de suspensión: Zoom 80 mm.
- Ruedas: GIPIEMME 20".
- Neumáticos: VEE TIRE eSpeedster 20’’ x 4,00’’.
- Peso: 36 kg.
- Precio: 3.699 € .
Ficha Técnica Yamaha Booster Easy
- Cuadro: Aluminio tipo panal.
- Motor: Yamaha PW-S2 250W y 75 Nm.
- Batería: Yamaha 630 Wh.
- Display: LCD A de Yamaha.
- Transmisión: Enviolo Heavy Duty.
- Frenos: Promax DSK 925 de 2 pistones con discos de 180 mm.
- Horquilla de suspensión: Zoom 80 mm.
- Ruedas: GIPIEMME 20".
- Neumáticos: VEE TIRE eSpeedster 20’’ x 4,00’’.
- Peso: 35 kg.
- Precio: 3.299 €.
