En el avance publicado hace unos días, comentábamos que Orbea nos había invitado a participar en la Media Maratón de la prueba no competitiva ‘Orbea Monegros Bike Marathon’ que cada año celebra y reúne a 8.000 participantes en la localidad de Sariñena (Huesca). Fueron 81 km con poco más de 800 metros de desnivel y unas condiciones que iban a poner a prueba a una de las mejores bicicletas eléctricas de Orbea y, en especial, al que iba encima pedaleando: unas temperaturas que rondaron los 30º y un terreno tan seco que originó una densa capa de polvo en gran parte del recorrido.
La idea era sencilla: demostrar, por un lado, que con una bicicleta eléctrica también se puede competir y, por otro, que nuestra protagonista iba a tener la autonomía suficiente para realizar el recorrido sin ningún tipo de sobresaltos.
El concepto de la Rise H10 lo explicamos en el anterior reportaje, pero no está de más dar un pequeño repaso: es una bicicleta de las que llaman eBike ‘light’ porque intenta acercar lo más posible sus sensaciones a las de una bicicleta sin motor y atraer de esa manera a los escépticos de las bicicletas eléctricas. La H10 es el modelo tope de gama de la serie H (cuadros realizados en aluminio, los hay también en carbono, más ligeros... y caros) que posee una batería de 540 Wh que, a simple vista, puede ser pequeña si la comparamos a lo que se estila en la actualidad.
Pero, para acercar sensaciones a las bicicletas pulmonares, esta Rise incorpora una versión con menor potencia del popular motor Shimano EP8: el RS, que ofrece un máximo de 60 Nm de par motor y posibilidades infinitas de personalización (a través de la App E-Tube de Shimano), con dos perfiles diferenciados y hasta 15 opciones de asistencia a la pedalada distintas por cada uno. Como nos comentaron los responsables de Shimano allí presentes, con este motor puedes confeccionar una unidad con un rendimiento único.
Antes de entrar de lleno en el análisis del comportamiento de esta máquina, señalar que la Rise H10 que nos cedió Orbea es un modelo 2022: la nueva 2023 cambia varios de sus componentes (bajan un poco de nivel, como por ejemplo las suspensiones) lo que también ha permitido bajar un poco el precio final. Pero lo más importante, el cuadro y el motor, se mantienen inalterados en la versión de este año.
La Orbea Rise H10 en Los Monegros
Nuestra particular aventura comenzaba a las 13.30 hrs: 81 km por delante y 815 metros de desnivel. Queríamos ver si realmente podíamos realizar una conducción lo más parecida posible a una bicicleta sin motor y, de esa manera, también preservar la batería lo suficiente como para no entrar en la zona peligrosa de su autonomía, que se establece en el 25% de capacidad, momento en el que el led del estado de la misma cambia de color verde a naranja.
Antes de nada, comentar que en todo momento estuvimos acompañados por Juan Otero, responsable de Marketing de Orbea en nuestro país y apasionado del ciclismo…. La velocidad al comenzar la prueba fue muy alta, ya que el terreno era favorable. Esto supuso que fuéramos rodando por encima de los 25 km/h con suma facilidad, por lo que el motor apenas entró en acción.
Aunque la conducción era sencilla ya que no se encontraban zonas técnicas (todo eran pistas, algunas en mejor estado que otras), advertimos una gran facilidad de conducción gracias a una postura muy cómoda y dominante a los mandos y a una filtración extraordinaria, tanto de la suspensión como de los anchos neumáticos. En alguna bajada (pocas) pudimos comprobar una total confianza en la conducción, con un alto grado de seguridad.
Ya en el kilómetro 32 encontramos el primer avituallamiento y la sorpresa fue comprobar que la media hasta entonces había rondado los 27-28 km/h. La batería apenas había sufrido desgaste, mientras que nuestro cuerpo sí acusó el esfuerzo de esta primera parte: realmente habíamos conducido a un ritmo muy alto y casi sin asistencia, y nuestras piernas tuvieron que mover una bicicleta de 20 kg. En definitiva, hicimos un ejercicio a la altura de una bicicleta sin motor, el objetivo de una bicicleta como la Orbea Rise.
De ahí hasta el final el ritmo bajó, disminuyendo la media, pero manteniendo una constancia en la pedalada que era ayudada mínimamente por los 20 Nm del modo ECO que utilizamos casi en exclusiva en esta prueba. Solo al final, cuando las fuerzas iban decayendo, comenzamos a hacer uso del modo Trail (el intermedio) en algunas pistas con pendiente positiva donde el viento soplaba de cara y la resistencia al avance era alta. Hay que reconocer que en ese momento agradecimos llevar una eBike.
Finalizamos la prueba con, aproximadamente, un remanente del 30% de la batería, cifra que habría sido mayor si en la parte final del recorrido no hubiéramos abusado del modo TRAIL. Nuestro compañero de fatigas, Juan Otero, seguramente acabó con más Wh en su batería (con la multitud a la llegada a meta y lo demandado que estaba, no se lo pudimos preguntar…)
El minimalismo en esta bicicleta es absoluto: solo ofrece un pequeño dispositivo con leds en el cableado del mando selector de modos que indican el estado de la batería de una manera muy básica. Para ello, está la app de Shimano E-Tube en el Smartphone donde se ofrece dicha información. También los dispositivos más recientes de Garmin son compatibles. De momento, es la única marca que posibilita toda esta información. Posiblemente, más adelante haya otras, pero en Shimano no han asegurado nada.
La Orbea Rise H10 en nuestras rutas habituales
Aunque la prueba de Los Monegros contó con un kilometraje alto como para extraer conclusiones de la Rise, su perfil con poco desnivel y caminos relativamente fáciles hacían necesario que también recorriéramos las habituales rutas de nuestro entorno (mucho más variadas) para sacar un veredicto más justo. Hemos podido disfrutar de la Rise H10 duante unos cuantos kilómetros que, junto con los de Los Monegros, nos han servido para extraer unas cuantas conclusiones.
Confesamos que el poder sentir las sensaciones de una bicicleta sin motor en todo momento, pero obtener una ayuda puntual del motor cuando la necesitábamos ha sido crucial: nos ha animado a salir con más ganas a pedalear y a hacer rutas de todo tipo, sin miedo a desfallecer.
La Orbea Rise H10 es una bicicleta que se engloba dentro de la categoría Trail, lo que significa que está preparada para afrontar multitud de escenarios: las pistas ultra rápidas como las de Los Monegros o los senderos más retorcidos que te puedas encontrar. Su peso la hace tener buena estabilidad (en zonas rápidas mueve poco), pero sus dimensiones compactas (es bastante corta para ser una eBike, con 1.205 mm entre ejes) la permite ser manejable en curvas entrelazadas.
El recorrido de sus suspensiones (140 mm tanto en la rueda delantera como en la trasera) traga con las bajadas más difíciles y con obstáculos. En ese aspecto, los componentes elegidos en las suspensiones son de los mejores que se pueden encontrar: la horquilla es una Fox 34 Factory y el amortiguador un Fox DPS Factory, ambos con una gran suavidad de funcionamiento. Comentar que la nueva versión 2023 pierde el acabado exclusivo Factory en sus suspensiones.
Y ya que hemos hablado de bajar, decir que los frenos son muy potentes. Es curioso que, en contra de las modas, Orbea ha optado por instalar un set Shimano XT con pinzas de dos pistones (lo habitual en una eBike de esta categoría es ver pinzas de cuatro pistones) que se ha mostrado más que suficiente.
El motor en rutas de este tipo nos parece muy acertado: nunca nos sentimos abrumados por una potencia descomunal que en subidas técnicas nos sacaran, literalmente, de las trazadas como sí hacen otros motores más potentes. El EP8 RS es muy intuitivo. Además, de cara a una motivación personal extra, el mapa de potencia se ha diseñado para adaptarse a la pedalada del ciclista, lo que significa que, cuanto más se pedalee (mayor cadencia), más potencia aportará. Pero siempre con un empuje suave de imperceptible actuación.
Por último, destacar que la Rise H10 es fácil de maniobrar en parado (su peso no es un inconveniente), y el modo walk assist del motor ofrece asistencia (hasta 6 km/h) cuando se está empujando en una subida difícil en la que se ha echado el pie al suelo: muy práctico.
Puntos destacables:
- Concepto de eBike ‘light’: una bicicleta que podrá satisfacer a los ciclistas no ‘muy convencidos’ de las eBikes y también a los usuarios habituales que quieren explorar nuevas sensaciones.
- Motor de suave entrega y suficiente potencia. Alto grado de personalización de los diferentes modos de entrega de potencia.
- Batería con una amplia autonomía si se gestiona con un uso económico del motor.
- Componentes ‘tope de gama’ que ofrecen un comportamiento excepcional en cualquier ámbito de utilización.
Puntos mejorables:
- Dependencia absoluta de un Smartphone o accesorios Garmin para gestionar configuraciones y poder controlar en marcha diferentes parámetros.
- Desaparición de algunos componentes en la versión 2023.
Ficha técnica
- Cuadro: Aluminio Hydro.
- Motor: Shimano EP8 RS (60 Nm).
- Batería: Orbea Internal 540 Wh.
- Transmisión: Shimano XT 12 vel.
- Horquilla: Fox 34 Float Factory 140 mm de recorrido.
- Amortiguador: Fox DPS Factory 140 mm de recorrido.
- Frenos: Shimano XT M8100 2 pistones. Discos Galfer 180/180 mm.
- Ruedas: Mavic Crossmax XL S UST.
- Neumáticos: (D) Maxxis Dissector 2.40" 60 TPI (T) Maxxis Rekon 2.40" 120 TPI.
- Manillar: Race Face Next 35 (780 mm).
- Sillín: Fizik Taiga S-alloy.
- Tija: OC Mountain Control MC20 Dropper.
- Peso: 19,90 kg (verificado Híbridos y Eléctricos, en talla M, con pedales y portabidones).
- Precio: 7.099 €.
