El fabricante americano Rad Power Bikes acaba de añadir a su catálogo una nueva bicicleta eléctrica urbana llamada RadRunner, que sigue la línea de precios asequibles de la marca. En Europa costará 1.199 euros y estará disponible a través de su web a finales de septiembre. Podrá adquirirse en dos colores y existe la posibilidad de incluir una serie de accesorios con los que el precio total asciende hasta los 1.377 euros.
En este nuevo modelo los diseñadores han tratado de unir todo lo bueno de algunas de las bicicletas eléctricas que componen su catálogo. Tiene los neumáticos gruesos del RadRover, el cuadro del RadMini que ofrece maniobrabilidad y comodidad y la capacidad de carga del RadWagon. Además aporta, por sí misma, la funcionalidad de un ciclomotor eléctrico.
Entre las especificaciones técnicas más importantes de la RadRunner está su motor eléctrico de 250 W, adaptado a la homologación EPAC europea (Electronically Power Assisted Cycles). Por ello, no se pone en marcha en caso de que no se pedalee y la velocidad máxima a la que asiste es de 25 km/h. La versión que se vende en EE.UU cuenta con un motor de 750 W y admite hasta 32 km/h de velocidad. Gracias a las ruedas de 20 pulgadas con neumáticos Kenda de 3,3 pulgadas de grosor, se eleva el par motor respecto a las ruedas de 26 pulgadas. Cuenta con una batería que funciona a 48 V y 14 Ah, que supone una capacidad de 672 Wh, lo que suponen entre 55 y 88 kilómetros de autonomía estimada por carga que, según el fabricante, se realiza en seis horas.
El peso total de la bicicleta es de 29,5 kilogramos incluyendo la batería. Admite una carga máxima de 140 kilogramos y de 55 en el bastidor trasero. De serie cuenta también con frenos de disco proporcionado por Tektro, cuatro ajustes de asistencia, un controlador en el manillar, el sistema de iluminación led delantero y trasero, que además incluye luz de freno, y un acelerador (en la versión americana).
Están disponibles varios extras como los guardabarros o un baúl de carga que se sitúa en el hueco que deja el marco, En el bastidor trasero se puede montar un asiento almohadillado, una caja de transporte de grandes dimensiones, un asiento para bebés o unas alforjas. También se pueden incorporar unas estriberas plegables y un faldón de plástico protector para la rueda trasera que mantiene las cosas (y los pies de los niños) alejados de los radios. En la parte delantera, sonde se sitúa el faro también se puede incluir otro soporte para el transporte y una caja.
Para reducir el precio de venta de una bicicleta eléctrica con estas características, Rad Power ha tenido que realizar algunas concesiones. La primera es la eliminación del cambio, por lo que la transmisión es de una única velocidad. Este elemento, que puede ser importante para un uso más exigente, y en el caso de los recorridos urbanos de una bicicleta pensada para la movilidad y no para el deporte, puede no ser necesario y además reduce la complejidad y el mantenimiento. Tampoco cuenta con suspensión en la horquilla delantera, que puede aportar algo de comodidad, pero que no es tampoco indispensable sobre todo gracias al grosor de los neumáticos (3,3 pulgadas).
El controlador del manillar es otra de estas concesiones. No hay pantalla led con indicador de velocidad, distancia o autonomía. Solamente incluye una serie de indicadores luminosos que informan sobre la capacidad de la batería, el nivel de asistencia y el estado de las luces delanteras y traseras.
Además del nuevo modelo, la web europea del fabricante ofrece la RadWagon Electric Cargo y la RadRhino Electric Fat Bike (la versión europea de la Rad Rover), que pueden adquirirse por 1.700 euros.