Algunas bicicletas eléctricas tienen precios lo suficientemente elevados como para que los clientes quieran probarlas con antelación para asegurarse de destinan su dinero a una inversión correcta. Esta circunstancia ha sido aprovechada por un supuesto cliente de la tienda de bicis Les's Cycles en Canvey Island, Reino Unido, para huir pedaleando sobre una Scott Ransom eRide 920, valorada en algo más de 6.000 euros.
La tienda ha publicado el incidente ocurrido a través de su página de Facebook, y la información completa ha sido publicada posteriormente por la web inglesa echo-news.co.uk, que se ha puesto en contacto con el propietario. Paul Diani se ha visto obligado a cambiar las reglas para la prueba de sus bicicletas eléctricas después del incidente.
Los hechos ocurrieron el pasado 16 de diciembre alrededor de las 13:50. Según el dueño, el supuesto cliente era bastante alto y llevaba una gorra y una mascarilla (habitual en tiempos de Covid), pero "parecía un tipo normal". Afirmó que quería probar una bicicleta eléctrica de alta gama, una Scott Ransom eRide 920 valorada en aproximadamente 6.100 euros. Se trata de una mountain bike de gama muy alta, con suspensión total, un motor eléctrico y una batería firmados por Bosch y componentes de gran calidad, en su mayoría de Shimano.
Bicicleta eléctrica Scott Ransom eRide 920.
En este caso la tienda dispone de unidades de prueba de algunas de estas bicicletas, puesto que el desembolso que supone hace que muchos clientes quieran asegurarse de que su compra es la correcta haciendo una prueba previa. Esta posibilidad no siempre existe puesto que las tiendas han de tener unidades disponibles que, además, luego han de ser vendidas a un precio inferior. En este caso, según el propietario, no es un modelo que se reciba con frecuencia "y además se venden rápidamente. Es normal que, al venderse por tanto dinero, los compradores también quieran probarla".
Aprovechando la prueba, el ladrón salió a la calle a dar una vuelta, pero tras pasar por delante del personal de la tienda comenzó a alejarse y huyó pedaleando mientras los empleados trataban de perseguirle sin éxito durante casi 15 minutos, hasta que dejaron de verle. Diani cree que tenía aparcada en las proximidades una camioneta o un vehículo en el que introducir la bicicleta para lograr huir más rápido.
El robo supone para la tienda la pérdida de prácticamente todos los beneficios generados durante el mes. Además, este tipo de bicicletas son adquiridas por las tiendas mediante financiación, con lo que los beneficios que dejan son inferiores a otros modelos más económicos. Según Diani, tendrá que vender unas 10 bicicletas eléctricas más para poder recuperar el dinero perdido. "Ha sido un golpe particularmente grave", más aun cuando la tienda ha tenido que invertir en medidas de seguridad y otros cambios para adaptarse a los requerimientos sanitarios provocados por la pandemia.
La tienda Les's Cycles en Canvey Island, Reino Unido, ha cambiado su política para permitir la prueba de sus bicicletas eléctricas. Imagen : Google.
Como consecuencia, la tienda ha decidido modificar las normas de préstamo de bicicletas eléctricas destinadas a pruebas. No se quedarán solo en la identificación de las personas, puesto que hay quien falsifica la documentación para poder realizar robos de este y otro tipo. La tienda se quedará también con las llaves del coche del cliente para asegurarse de que quien se sube a una de sus bicicletas lo hace realmente para probarla. "Así, la mayoría de la gente, que es honesta, podrá comprar la bicicleta después de probarla", concluye Diani.